De 10. El diseño del local, la ubicación, el servicio y por supuesto, la calidad del género en sus platos.
De todo lo que hemos probado, destaco el carabinero con huevos y patatas porque estaba espectacular.
Lo recomiendo encarecidamente para cualquier plan de amigos o pareja. ¡No os arrepentiréis!
Me lo había recomendado un amigo, y no se equivocaba.
La atención excelente desde el primer momento. Y la comida deliciosa.
Pedimos para compartir unos púlpitos y una ensalada de burrata con vinagre de rúcula. Espectaculares ambos.
Y luego de segundo probamos el rodaballo, que te le dan totalmente limpio, una tortilla vaga de huevos camperos, y el ceviche de pescado y marisco. Todo estaba muy bueno, pero el ceviche estaba increíble. Riquísimo
Todo ello regado con una botella de vino blanco godello
Para terminar una degustación de helados.
El precio aproximadamente 40 por persona.
No es barato, pero por el sitio y la calidad me parece adecuado.
Antonio Herrero González
+4
Estuvimos comiendo un grupo de amigos y aunque el sitio parece pequeño tiene bastante fondo, tienes varias posibilidades comer en alto o en mesa normal. Recomendable los pulpitos y la berenjena. Además del rodaballo, están muy buenos, lo único que puede resultar un poco elevado el precio, pero la calidad es muy buena.
Buen restaurante, buen ambiente, buena ubicación, buen servicio y eso hay que pagarlo. Deliciosos los raviolis de txangurro y los tacos que te los sirven y preparan directamente en la mesa y donde el tuétano le da un punto de melosidad muy interesante. El arroz que tomamos con pato muy rico y en su punto y con mucho sabor. La tarta de queso rica pero no me llego a emocionar y es que últimamente hay mucho nivel con este postre que tan de moda se ha puesto. Precio medio 40-50€ persona
Sitio chiquito y precioso, con ese Voraz en el techo, vigilando lo que pides de la Carta. Rocio es un encanto y además profesional y eficiente! 👏🏻👏🏻👏🏻
La comida de llorar de rica. Es mi cuarta vez y volveremos (aunque espero que en invierno vuelvan los callos! 🙏🏻)
¡Gran experiencia gastronómica! Fuimos 5 personas y compartimos todos los platos, todo estaba muy rico con especial mención al mortero de pulpo a la brasa y la tortilla vaga, que estaban deliciosos. Las croquetas, eso sí, estaban un pelín saladas.
La persona que nos atendió nos recomendó opciones en todo momento, intentando mantener un equilibrio entre carne, pescado, huevo, etc. y estuvieron pendientes en todo momento de que tanto nuestras copas de vino como vasos de agua no estuvieran vacíos.
Salimos a unos 35€ por persona, un precio más que correcto para la calidad y cantidad de los platos. Recomendable.
Cuando voy a un restaurante lo que más me importa es comer bien y aquí la comida es exquisita ..el plato fuerte...pero no solo eso... son recetas originales y saben dar el punto al pescado...productos premium...
Me sorprendio una carta que ofrece lo mejor del mar y de la tierra...ademas de unos arroces espectaculares.
Por si eso fuera poco el ambiente es muy agradable la decoración muy original.
El servicio impecable ...
la carta de vinos muy cuidada ...y a unos precios casi de mercado... no se puede pedir más.
Se nota la mano del chef Pedro Cardona muy creativo ..con un punto francés en algunos platos mediterráneo en otros..y siempre personal e inesperado...que nos deleita ..toqué el cielo con las cocochas de bacalao con torreznos...al pilpil...
Los precios muy comedidos en relación al restaurante...en resumen un 10.
5 estrellas sin duda. De los mejores sitios que he comido en tiempo en Madrid. Pedimos para comer 4 personas la tortilla vaga trufada, muy muy recomendable, los tacos que eran muy diferentes a los que he comido en otros lados por el tuétano y tortitas caseras. De principales el arroz con pato muy correcto y picaña, la carne estaba muy buena y la cantidad más de lo esperado por el precio. De postre tomamos tarta de queso, me gustó mucho pero no es para todos, tiene una textura más estilo soufle y lleva queso fuerte. El servicio super atento y muy bueno. La comida fue en terraza, había estufas y mantas.
Extraordinaria cocina donde el producto de primera es protagonista. Además de carnes y pescados tradicionales y creativos tienen varios arroces de lo más apetecibles. Probé la paella de marisco. Arroz muy sabroso con chipirones, viera y gambón. Reseñables también los postres. Terraza muy agradable. En cuanto al servicio, claramente les falta un par de camareros más para atender correctamente el restaurante cuando está lleno. Los platos llegaban con desorden a todas las mesas o te tenían esperando con tu arroz en la paella enfriándose mientras servían la mesa de al lado que se les había rebelado por el caos entre los primeros y los segundos. Una cocina de esta categoría, y sobre todo de este precio, no puede permitirse este servicio.
Ceviche, arroz con pato y crem brûlée de naranja , todo súper buenos . Servicio atento y rápido, Rocio la encargada encantadora y eficiente . Este un sitio para repetir una y mil veces . Súper recomendable
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