Comida tradicional muy bien cuidada, el personal muy amable y profesional. Se nota todo muy casero y el precio está muy bien para lo que ofrecen. Para los indecisos, también hay menús todos los días. El local es pequeño y bastante acogedor. Recomiendo reservar antes de ir ya que suele estar lleno siempre y es complicado conseguir mesa sin reserva. Muy recomendable, parada obligatoria si pasáis por Zaragoza ya que también está muy céntrico
Javier Carballo Afonso
+5
Estamos de paso y el recepcionista del hotel nos recomendó este restaurante. "No defrauda" nos dijo, y así fué.
Ventresca de bonito con pimientos de piquillo, setas con huevo poché y torreznos, migas y entrecot a la brasa. Muy buenos platos, acabamos llenos pero hicimos lo imposible para el postre: una tarta de queso muy melosa y rica, y nos dieron a probar un chocolate de café con crocante muy navideño y delicioso.
Acompañamos con copa de vino y agua.
Hasta el pan estaba buenísimo.
El espacio moderno, sencillo y cautivador con dos plantas para muchas personas.
Y por supuesto, dejo para el final la atención del personal que ha sido excelente, un trato muy cordial y amable. Nos sentimos muy a gusto. GRACIAS.
Volveremos en otra ocasión seguro.
Muy recomendable!
Muy buen descubrimiento. Fuimos a cenar y todo estaba delicioso, a destacar las migas a la borjana, las costillas de ternasco y el postre de milhojas. Pegas que puedo ponerle pero no afectan mi valoración final porque la comida estaba realmente buena, es que hay 2 opciones de menú pero solo te lo dejan coger a mesa completa, por lo que esto sería algo a mejorar desde mi punto de vista. Otra cosa a mejorar es la atención, especialmente en la parte de abajo, el camarero es muy acelerado y pasa de explicarte bien o repetirte las cosas.
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