Conocimos este sitio en verano y hoy repetimos con el menú del día, fantástico todo! . El trato en sala maravilloso y el chico de cocina un crack (trabajó solo en cocina y los platos salían genial y a buen ritmo), ha sido un gusto veros trabajar.
En cuanto a los platos:
Entrantes: Quiche de verduras y croquetas de merluza, ambas cosas genial, la bechamel de las croquetas muy suavita y muy rica.
Primero: Cordero asado. Super tierno, de sabor genial y acompañado de patatas fritas en daditos.
Postre: tarta de queso super fresquita con regustillo a limón (o lima) y leche frita crujiente, 0 pesada recordando al sabor tradicional y con un toquecito crunchy super molón.
Mi enhorabuena por otra lección de buen trabajo y gracias! :)
Cocina de producto, con técnica y rigor. Menú degustación a precio muy ajustado. Local tranquilo y acogedor. Muy recomendable.
Un sitio con comida diferente incluso comiendo de menú de día con precio razonable. Tienen que mejorar la extracción de humos porque se filtra desde la cocina y puedes acabar "atufado". Eso es un fallo inexcusable paeA un sitio como este. De todos modos bien.
Restaurante moderno con comida de fusión y más elaborada. No son simple tapas. 4 personas con un entrante, un plato cada uno y 2 postres para compartir. Probamos unas croquetas de zorza con queso tetilla muy ricas. Un bacalao con garbanzos y guiso de callos de bacalao. Postres ricos.
Restaurante muy recomendable. Menú del día muy elaborado. Cocina visible desde cualquier mesa y siempre todo impoluto. Servicio, producto y cocinero de 10. Mi segunda vez comiendo en el y con ganas de volver. El punto negativo que puedo decir es el local, no está al nivel del conjunto.
Fantástico. De los mejores sitios en los que he comido. Tempura, dorada, bacalao, leche frita ,postre de maracuyá y tres cervezas, no llegó a 70 €. La tempura estaba bien, pero la dorada, el bacalao, el postre de maracuyá y la leche frita estaban perfectos. Repetiré en breve.
El menú espectacular, aunque es mucho mejor la carta. El personal atento y buena relación calidad-precio. No tiene una estrella Michelín, pero se la merece.
Comida muy buena, las raciones parecen escasas, pero luego no lo son, precio no muy caro. Lo peor para mi fue la sensación de poco espacio (cenamos en el piso de arriba y el techo era algo bajo), pero eso fue algo secundario. Personal muy amable y profesional, está bien para una cena relajada con amigos, se puede hablar sin necesidad de acabar gritando.
El local es moderno minimalista, con cocina a la vista. El personal atento. Los precios por encima de la media pero no excesivos. La cocina elaborada. Tomamos una lubina, que a mi mujer le encantó, y yo un secreto, a mi parecer un poco pasado. En lineas generales bastante bien.
De lo mejor que hemos comido.el ambiente súper bello, el personal muy amable, dos chefs jóvenes que cocinan delante de ti. una gran carta con variedad que va desde carne a pescados y mariscos. La rubia gallega estaba súper suave se deshacía en la boca. El bacalao estaba delicioso, una gran experiencia.Vale mucho la pena ir.
Nieves Gonzalez Quinta S
+4
Limpio, aireado y con luz aunque se filtra holor al comedor . No es grande, pero no se hace incomodo. Primer plato, pulpo con patata en laminas y cebolla caramelizada, especular. Segundos, arroz con zamburiñas y secreto los dos platos correctos, con la ventaja de poder pedir arroz para uno solo
Si lo bueno te gusta es genial, si lo genial lo deseas ven a hierba Luisa.
El trato, los platos y ¡la comodidad! Estaba
como en casa, pero en un local publico.
Precio medio por persona 30 euros por persona.
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