La verdad que la experiencia fue muy positiva. Es un sitio totalmente recomendable para comer o cenar. La carta varía cada x días, me parece que es ideal para experimentar sabores nuevos en tu lugar de confianza. Los platos estaban muy bien presentados y las salsas acompañaban las carnes a la perfección. Me gustaría destacar la labor de Adrián que en todo momento hizo que disfrutáramos de una velada muy agradable.
Pedimos tapas de ensaladilla, papas, zamburiña y de beber cerveza. Todo muy rico, bien de precio y las camareras que nos han atendido muy simpáticas. Lo único el aire acondicionado un poquito alto, pero rico rico.
Ubicado cerca del centro y también del barrio de Triana. Con un comedor acogedor, ofrece una carta variada con un gran trato del personal. El servicio es ágil y la relación calidad precio está muy bien. A destacar la tarta de queso.
Comida muy rica, sabores y texturas que sorprendieron. Muy buena atención de los camarer@s. No te vayas sin probar la ensaladilla y los chicharrones (exquisitos).
Lo mejor de la experiencia, los postres. Tanto la tarta de queso como el mousse de chocolate. Las croquetas de jamón muy buenas. La papas aliñas con camarones, bien a secas. Tenían poco aliño. Los camarones un poco duros para mi gusto. La tortilla con menudo, buena y las papas bravas excelentes, como en todos los restaurantes del grupo ovejas negras. Mención aparte el ajoblanco con apio. Era más bien apio con ajoblanco. El apio muy duro. Un plato fallido. De ahí las 3 estrellas.
Restaurante pequeño de cocina abierta. Recomiendo la barra. Comida que prima la calidad de los ingredientes. Clásicos reconvertidos. Calidad precio normal.
Muy recomendable pasarse 👍🏻
Nicolás Fernández Delgado
+5
Sitio fantástico. Personal muy amable. Ámbito acogedor. Comida buenísima. Si estás leyendo esta reseña... no lo dudes, visita el restaurante y vive la experiencia.
Buen lugar para probar tapas y platos, con toques diferentes y sabores originales.
La coliflor con salsa holandesa trufada y café es muy original y, casi obligatorio probarla.
El servicio es correcto pero, para mi gusto, retiran muy rápido los platos y tienes la sensación de prisa mientras comes.
Castizo siempre es un acierto. Fuimos a tomar algo antes de cenar en un sitio cercano. La decoración es preciosa y el ambiente muy bueno, tomamos un vermú casero que estaba buenísimo además de la presentación muy divertida.
La comida estaba buenísima, platos originales y las tapas tradicionales de muy buena calidad.
El servicio, no sé si simplemente fue un mal día. Había una camarera muy atenta y simpática que me recomendó y fue estupenda. Sin embargo, el chico de la barra y alguna otra camarera eran bastante antipaticos.
En general una buena experiencia!
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