Mandioca

Reservamos para hacer un brunch y al día siguiente cuando fuimos nos dijeron que ya no los hacían (por teléfono no nos habían dicho nada). Así que hicimos una comida temprana y fresquita, todo estaba muy rico. Uno de los camareros parecía que no se enteraba muy bien o daba la sensación de que faltaba comunicación interna con el otro camarero. Entrantes+plato principal+postre+bebida= aprox. 25€/pax

Cocina original y trato excelente. Fuimos con reserva y desde que llegamos la atención fue de primera. No tienen terraza como tal pero tienen 3-4 mesas junto a la fachada. Nos dejamos guiar por el camarero y fue un acierto tanto en cantidad como en sabor. Cocina fusión, moderna y con un toque healthy. Cantidad justa a precio moderado. Una buena opción cerca del centro.

Es un lugar con un espacio muy agradable para tomar algo o bien para comer o cenar, con una gran terraza también. Hoy estuve comiendo el menú del día y me sorprendió la calidad de los platos, muy bien elaborados y con productos frescos, muy buenos. Hay solo dos opciones de primero y segundo, agregaría alguna opción más por si no te encaja algún plato o tienes alguna intolerancia, como me ha pasado en los postres, pero sin duda me ha gustado. A mejorar: la música del local excesivamente alta, pues no vas a una discoteca y solo una persona atendiendo fuera y dentro, se podría mejorar el servicio. Por lo demás lo recomiendo y seguro que repetiré. La decoración es preciosa, sin duda la joya de la corona de esta zona de Chamberi, donde no hay sitios de este estilo

De los mejores restaurantes de slow food de Madrid. Almuerzo todos los días allí y puedo decir que la comida está riquísima y es muy sana, además que en su justa medida. Junto con la comida, lo mejor del restaurante son los camarer@s, dueños y cocinero. Todos súper amables, con mil detalles que te hacen sentir que comes como en tu casa, destacando Antxon, un profesional de la hostelería de los que ya pocas veces te encuentras. La decoración del restaurante es preciosa y a mí me relaja mucho. Hay un gusto exquisito por los detalles, las flores, las mesas, la decoración de las paredes, etc. En dos meses desde que como allí, he adelgazado un par de kilos gracias a comer de manera sana y equilibrada, incorporando todo tipo de verduras en los platos. Los sabores son muy especiales, con un toque de cocina brasileña y el menú del día está genial. Se compone de un primero ligero (ensalada, crema, etc.), un segundo que suele tener pavo, pollo o pescado de mil y una maneras distintas, con acompañamiento de arroz, pasta, pure o similar. De postre un delicioso yogur con muesli o similar. Si no quieres menú tienes su carta de platos. Aconsejo como platos estrellas en su carta la Hamburguesa de Quinoa, la ensalada Copacabana y el Pad Thai con pesto, jamón y rúcula. El precio es de 12,9 €, en la media de lo que cuesta un menú del día por la zona. Sus postres cuando he comido fuera de menú son espectaculares. Se puede pedir el menú para llevar. Mucha gente lo pide por glovo. Si vais un grupo recomiendo llamar para reservar. Si vais un grupo recomiendo llamar para reservar. En definitiva uno de los mejores restaurantes de Madrid por la calidad de las personas que lo componen y por supuesto de su comida sana y sabrosa.

La hamburguesa de quinoa y las croquetas están exelentes, nos han encantado. Los patés de vegetales muy ricos pero en la carta salen como hummus y no hay ninguno que sea hummus tradicional. La hamburguesa de carne buena de sabor pero nos la trajeron cruda por dentro y la mandamos a coxinar más pero seguía cruda. Los mozos muy buena atención.

100 % recomendable. El trato fue estupendo por parte del camarero, quien nos propuso los platos “estrella” del restaurante para que los probásemos: la hamburguesa de Quinos (deliciosa) y el pollo al curri, este último riquísimo y que no podéis dejar de probar si vais. Para el postre tienen una gran variedad de tartas, todas ellas hechas con ingredientes naturales aunque al final nos decantamos por probar dos de sus cócteles (uno de ron y otro de ginebra). El precio es algo más elevado que el de un restaurante normal pero como decía al principio merece mucho la pena.