Nos recomendaron el sitio y fue todo un acierto.
Un restaurante acogedor ubicado en el puerto deportivo Campomanes de Altea y con una cocina mediterránea excelente.
La experiencia gastronómica comenzó por el pan horneado con ali oli y tomate, donde ya percibes que te lo vas a pasar bien! Continuamos con los mejillones, las croquetas, unas ostras y un pulpo al carbón (fuera de carta), todos los entrantes nos encantaron. Nada que objetar.
Y cuando piensas que la cosa no puede mejorar nos sirvieron el arroz con rodaballo. Casi lloro de alegría!!
Pedimos uno de los vinos de la generosa carta que tienen y de postre: couland con helado de turrón y la tarta de queso. Dulce broche final a una experiencia inmejorable.
El precio acorde a las circunstancias y a la calidad del producto servido, con una atención estupenda.
Me temo que no nos dejan opción: tendremos que volver a visitar de nuevo al Chef Alberto y probar otro de sus exquisitos arroces!!
Disfrutando de una experiencia gastronómica en familia, en un lugar situado en pleno puerto con unas vistas muy bonitas. Pedimos algunos entrantes ( por cierto, fantasticos) y un arroz de rape exquisito. Todo un placer culinario, gracias al chef Alberto Purá y un servicio impecable, 100% recomendable.
Restaurante de cocina mediterranea, ubicado en el mismo puerto marítimo, con unas vistas impresionantes de los barcos ubicados en el puerto, durante toda la comida. El entorno y el mobiliario hacen que el sitio sea muy acogedor. Hay sitio en terraza cubierta, con ventiladores de techo y dentro del restaurante. Con relación a la comida, tanto los mejillones naturales en escabeche, como las zamburiñas, muy elaboradas y muy buen producto. El "arroz de pato y pata", está espectacular, con poco espesor, mucho sabor y en perfecto punto de cocción. Los postres, originales, están a la altura del resto. Al cava le faltaba frío al principio y el tiempo de espera se podría mejorar, por lo demás, el servicio muy educado y atento sin agobiar. En resumen un sitio para volver a celebrar cualquier acontecimiento.
Arroz de bogabante azul muy rico y sabroso, las croquetas de merluza riquísimas, pero la barca de espetos es muy muy decepcionante 2 mini espetos con raspas pinchados en un palo, la presentación muy mona, pero te quedas a cuadros y con más hambre aun que antes, hay que contar que los entrantes o picapica se comparte, un mini espeto del que casi no sacas nada para comer por persona es muy decepcionante.
Los camareros, el chico negro y un señor algo más mayor muy majos y simpáticos, la mujer con acento extranjero que también nos atendió muy seria, correcta pero demasiado seria.
El lugar y la mesa que nos sentaron muy bonita y con vistas al puerto.
Un detalle que te den pàrquing gratuito dentro del puerto, aún así es complicado aparcar.
Wow que lugar más especial, situado dentro del club náutico estás comiendo mirando los barcos.
La cocina es excelente y lo remata un arroz que no lo he probado nunca antes con sardina ahumada, guindillas y peoeronchino que esta increíble y merece la pena probar. El arroz de pato y pata está muy bueno también. De entrantes gusto todo. Los postres son también excelentes!
Buenísimo y con platos muy originales. El restaurante está en un puerto con lo que tienes vistas al mar desde la terraza acristalada. La comida realmente buena, probamos varios entrantes y un par de arroces muy ricos. Muy buen servicio también.
Bonitas instalaciones. Muy cerca de Altea El Chef de 10 con unos platos elaborados con productos de muy buena calidad a los que añade ingredientes que subliman su sabor Una experiencia culinaria muy recomendable. Además su emplazamiento es maravilloso, pegado a los yates y muy relajante. Fuimos en barco desde Alicante. A un amarre de cortesía. Todo
Maravilloso
Todo fue maravilloso, desde la atención de los camareros, hasta las recomendaciones del Chef Alberto, los arroces son especulares, no puedes irte sin probarlos. Los postres no se quedan atrás, simplemente delicioso, volveremos seguro !
Una experiencia excelente. Servicio atento y comida exquisita. El arroz estaba muy bueno, en su punto y con mucho sabor. En la carta encontraréis arroces pensados y con mucho sentido en paladar.
Sin duda la mejor oferta por la zona. La comida de una calidad inmejorable, el equipo de cocina el mejor que he visto en mucho tiempo con Alberto Durá a la cabeza. El lugar increíble, en el puerto, ideal para dar un paseo después. Además para la tarde tiene una terraza que es perfecta para tomar algo relajadamente mirando al mar. Todo perfecto, la verdad.
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