Restaurante que se encuentra a la entrada de Águilas, si venimos desde Calarreona. Cuenta con una terraza exterior y un salón interior muy elegante. Su carta es muy amplia, encontrando en ella una gran variedad en entrantes, primeros platos, carnes, pescados y un buen surtido en postres. Acudimos para comer y nos decidimos por una ración de tomate kumato con anchoas, hojaldre de solomillo de cerdo al Oporto y dos raciones de gallo Pedro. Con dos tintos de verano, un refresco, una cerveza y un café con leche, la cuenta sumó 68 € para tres comensales. Nos gustó mucho; muy buena atención y platos de muy buena calidad y muy bien presentados. Recomendable sin ninguna duda.
Entre a este sitio por casualidad (es cierto fui algo temerario) buscaba algún sitio para comer normalito. Ya desde la puerta, ves que no va a ser barato, porque van muy bien vestidos los camareros. Te atienden con muchísima exquisitez. Pedí agua y el menú del día ...cuando vi el precio del menú de 18€ no era lo que estaba buscando, pero ya me quedé. No me arrepiento. No es para ir todos los días, los que viajamos mucho, pero es uno de esos sitios que te sientes muy bien. Muy buena comida y un gran trato. Si estás por la zona y puedes gastar 6 o 7€ más en tu dieta en un menú diario prueba. Os dejo algunas fotos. La ensalada y las patatas naturales recién fritas cortesía de la casa.
Repetiremos, servicio excepcionalmente profesional, y platos de alta calidad con muy buena materia prima, producto tratado con cariño. Elegimos calamar nacional, gambitas al ajillo, y boquerones ( todos un lujo que los preparen sin espinas y con una tempura deliciosa). Muy buena relación calidad/precio, no somos muy de pedir jamón en los restaurantes y sólo de ver cómo lo cortaban en la sala volveremos a probarlo.
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