Pues todo lo que tienen está buenísimo, y a nosotros nos encanta, y cada vez que podemos que mejor que ir al pie castillo!!
La dueña o gerente nos atendió super bien y estuvo muy atenta en todo momento pero faltaba personal cualificado para apoyarla.
Pedimos las galetes y estaban buenas pero no se pasan.
Lugar muy acogedor, cuidan los pequeños detalles (hilo musical muy suave y envolvente, toques decorativos muy sutiles, chimenea) hemos optado por el menú (12€ de lunes y viernes) nos pusieron una pequeña ensalada de entrante.
La comida correcta, raciones justas para llegar al postre con ganas.
La tarta de queso (casera) muy buena.
El café que no entra en el menú esta espectacular.
Sí estás en la zona merece la pena la visita. Llegamos a las 15.30 y nos atendieron sin inconveniente.
Uno de los locales más bonitos que hemos estado, ambiente íntimo y crepes exquisitos
Para empezar hablamos de un ambiente inmejorable si lo que buscas es un sitio acogedor que además recuerda a la decoración de la típica cocina del norte de Francia, piedra y madera, luces cálidas y adornos agradables. La clara estrella del lugar son sus diferentes y deliciosos crepes que el chef y gerente del local hace bajo la receta familiar aunque tienes para elegir diferentes confecciones para disfrutar tales como diversos patés, ensaladas, quiche Lorraine... Un sitio perfecto para una cena diferente!!
Un pequeño restaurante muy acogedor con decoración rústica y chimenea que encienden en invierno y crea un ambiente mucho más agradable. Tiene un patio con mesas y plantas en el que poder comer cuando el tiempo lo permite.
Además de elegir a la carta, disponen de menú diario generoso por 10 € con ensalada, primer y segundo plato a elegir entre varios, postre y bebida. Los fines de semana el precio sube a 12€.
Si eres vegetariano tiene mucha oferta de platos para tí.
La especialidad del lugar son los crepes dulces y salados aunque el día que yo fui 2 clientes pedimos el de nocilla y la masa estaba demasiado salada, no pudimos terminar de comerlo.
Respecto al acceso para personas con movilidad reducida es bastante complicado
debido a su ubicación.
La chica super amable!! Y la comida muy rica y asequible de precio. Te sientes como en casa!! 200% recomendable. Volveremos.
Estábamos de paso y decidimos parar en Águilas a comer.
Encontramos este sitio por casualidad y fue todo un acierto.
La comida buenísima. Sobre todo el paté de campaña, casero casero. El pescado del día era merluza gratinada, también muy buena. Y de postre un crepe de nocilla. Además te ponen una ensalada para comenzar. Todo eso, y la bebida, por solo 15€!
Y el servicio también estupendo. La camarera Súper amable!
Un sitio muy interesante, la dueña nos atendió con máximo espero y atención. Todas las recomendaciones estaban exquisitas, un gran acierto. Volveremos
Un sitio muy acogedor. El olor a brasas a la entrada es encantador, y las crepes o Galletes están exquisitas. Recomiendo su pate de Roca, aunque todo lo que probamos estuvo muy rico. Tengo pendiente ir a probar sus menús de medio dia. Buena calidad precio, y muy amables, buena atención.
Comida muy rica y ambiente acogedor. Ideal también para disfrutar con niños. Preciosa decoración y buena música.
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