Casa De Andalucía

La verdad que hoy era peor que una jaula de locos. En un pequeño recinto a la entrada dos mesas grandes y dos pequeñas, todo el mundo gritando en vez de hablar. Imposible mantener una conversación con la persona que había quedado para cenar. Un camarero y una camarera muy amables eso sí, que no llegaban a todo. La cocina desbordada. La comida normal, como pega los calamares un poco correosos, el resto bien. Ya no quisimos tomar café porque quedarse allí era que nuestras suprarrenales generaran cortisol a mansalva jajaja. Le pongo cuatro estrellas por la atención de los camareros y porque la cena en general estaba bien. Seguro que hoy los pobres tenían un mal día y estaban desbordados.