Classic 2.0

de paso por zaragoza ,buscaba un sitio que me pillara cerca del pabellón y este me parecio bien. la comida genial,estaba todo muy bueno,si que es verdad que tardarón un poco en traerme las cosas,pero tenian mucha gente y a veces hay que ser compresivo. me atendierón genial ni una pega, si vuelvo a zaragoza,dsd luego que volvere.

Tanto el servicio como las raciones y la presentación han sido sumamente positivos. Nos atendieron muy bien en la terraza, atentos y dentro de los tiempos más que aceptables. Los bocadillos muy sabrosos y los huesos rotos muy ricos pero un tanto caro frente a la ración. A parte de esto, la otra pega por la cual no calificó con 5 estrellas, es que nos cobrar un adicional en cada plato por el servicio en terraza que no estaba indicado el recargo en la carta. Le he consultado, busco donde estaba en la carta esta aclaración, y la misma no estaba. Dijo que lo agregaría, pero claro, lo tuve que pagar sin haber sido notificado de antemano. Al no estar detallado (olvido de la casa) en la carta tendrían que no habernos cobrado el recargo, pero esto no sucedió. Para revisar.

Buen sitio para ir, el servicio para la cantidad de mesas que tienen es muy rápido. Tiene dos zonas de terraza, la trasera es ideal para el verano, ya que tiene mucha sombra y es está genial para ir con niños, ya que tiene una zona grande alrededor sin coches. Y la segunda zona está en la parte frontal, perfecta para el invierno (según me comentaron) ya que siempre le da el sol y está muy refugiada del Cierzo de la ciudad. También ponen televisión fuera para los eventos deportivos pero NO reservan sitio, así que hay que ir pronto. Estuve unos días en Zaragoza y fue mi lugar favorito sin ninguna duda! La comida es muy muy buena, con gran variedad. Las croquetas de jamón, pinball de marisco y el "bocata de calamares" buenísimo. La relación calidad precio es de lo mejor. Además Los camareros también son muy agradables, siempre atentos y sirven rápido. 100% recomendable.

He sido habitual de este establecimiento durante años y la verdad que siempre muy contento con la calidad y el trato. Recientemente hicieron una reforma y lo único que cambió no fue sólo el exterior. La calidad de las raciones y de la comida en general es muy superior a antes. Destaco los calamares y las patatas bravas, su salsa es deliciosa y le da ese toque picante sin ser excesivo ni grasiento en absoluto. El canelón de rabo de toro es espectacular y los huevos rotos con torrezno son una maravilla. Si tuviera que sacar un defecto (temporal) es que se nota que algunos de los camareros aún son nuevos y se están habituando, pero también se nota que van mejorando, merece la pena darles otra oportunidad con este nivel de calidad. Recomiendo reservar con antelación, en fin de semana tiende a llenarse rápido.