Goralai

Pedimos menú degustación, y la variedad y creatividad de los platos era notablemente buena. Especialmente destacable el "caldo" y el arroz (para nosotros). Los postres, tal vez, fueron lo más flojo; aún así muy buenos. Es un lugar en el que podría repetir la experiencia. Como nota, el servicio fue algo lento. Pero tampoco teníamos prisa, así que sin problema.

Espectacular. Ha sido una grata sorpresa con unos ingredientes de calidad y una presentación y sabor excepcional. Una carta de vinos muy extensa y de gran nivel. Ambiente con música relajante en un entorno con un claustro reformado. Distancia entre una mesa y otra. Decoración llena de detalles . Uno de mis favoritos en Zaragoza

Cena sábado noche. Disfrutamos del menú degustación MIMO. Muy contentos con la experiencia gastronómica. Casi 3 horas que se nos han hecho cortas. Os dejamos algunas fotos de los platos principales. Muy recomendable. El puntazo de la degustación de quesos antes del postre…. ESPECTACULAR. Repetiremos. Merece la pena.

Uno de nuestros favoritos y una maravilla tanto en su antigua como nueva ubicación. El nuevo comedor ha quedado precioso, un entorno muy acogedor con separación entre mesas, acústica ..detalles decorativos hasta en el baño. Menús llenos de opciones con buen producto, toque moderno y cierta creatividad. Nivel notable desde los entrantes hasta los postres, aunque la nueva ubicación todavía necesita algo de rodaje para llegar a la excelencia de la antigua. La nueva opción de barra permite caprichos gourmet para disfrutones. Carpaccio de pura ventresca de atún rojo maravilloso. Además, bodega llena de referencias interesantes, alternativas y servicio muy profesional. Sitio imprescindible en Zaragoza.

Una experiencia culinaria altamente recomendable. Salón amplio con buena separación entre mesas y techos muy altos. A pesar de estar lleno no hay ruido de fondo. Todo sucede de forma fluida, el servicio de sala pasa desapercibido pero siempre atento. Copas Riedel y manteleria de verdad. La comida tiene el punto de intervención necesario para convertir la buena calidad del producto en platos personales con sello de autor. El punto de cocción del pescado es excelente. La claridad y brillo de las salsas deja claro el buen hacer de la cocina. Sobre todo, no dejen pasar de largo el carro de quesos.

La comida es exquisita. Un sabor y presentación inmejorables. El servicio muy bueno aunque tardaron bastante en servirnos. Casi 45 minutos teniendo reserva y los entrantes elegidos hace semanas. El PERO es el “segundo plato”. Todos de excelente calidad pero cantidad de “entrante”. Los postres, espectaculares.

La sensacion al entrar no es calida, la cocina extraordinaria pero le falta ese toque cálido al entrar, igual que la atencion del personal, muy correcta en todo momento pero muy fría, no me sentí a gusto, la verdad es que valoro muchisimo el esfuerzo de una buena y original comida en la mesa, pero nos sentimos mi acompañante y yo con un trato muy mecánico, la decoración muy simple en un espacio tan bonito, la entrada con timbre y cortinas no me gusto nada. La cocina excelente pero creo q en este y en otros restaurantes se esta perdiendo el mimo al cliente, creo q un espacio bonito y una bienvenida simpática, como en el resto de la comida seria un punto a su favor. Me reitero en la comida, que fue extraordinaria y la carta de vinos excelente, pero en mi opinion y como critica constructiva, agradecería mucho ese mimo que he comentado.

Muy top llevábamos tiempo queriendo venir y no ha defraudado. Menú degustación muy Bueno, completo y con platos muy sorprendentes y exquisitos. La próxima vez cogeremos el maridaje, esta vez nos decantamos por acompañar el menú con cava. La jefa de sala es un diez en conocimientos del producto y de los caldos. Muy prometedor Goralai, no dejéis de ir en que podáis, en nuestra opinión en la parte alta de Lis restaurantes de la ciudad hoy por hoy.