Celebris

Hacia tiempo que no visitaba el restaurante, pero no ha perdido un ápice de calidad ni en los platos ni en el servicio. Estuvimos 4 personas a la hora de comer. Menú degustación espléndido (47€) (Brioche tostado de meloso de ternera , Mosaico de espárragos y vieira marinada, Suprema de corvina, Ternasco de Aragón a baja temperatura, Fresas maceradas al balsámico con merengue seco y helado yogurt) con un servicio en mesa inmejorable. Qué decir de las vistas desde el comedor. Siempre me maravilla la cantidad de luz que tiene, da vitalidad. El tiempo de ese día no acompañó, por lo que no pudimos disfrutar de la terraza. Destacar lo que agradecemos el llegar con coche hasta el garaje y subir en ascensor, para quienes tenemos alguna limitación.

Hemos celebrado una reunión familiar de 30 personas, y ha salido todo perfecto, ha sido especialmente positivo el trato y la profesionalidad de Alejandro, el jefe de sala, pero también de todo el personal. Sitio privilegiado, acogida y amabilidad, comida estupenda, y buena relación de calidad y precio, todo de 10.

El restaurante es estupendo, el ambiente, la calidad de la comida, el servicio. Fuimos a comer y de inicio a fin todo fue estupendo, nos sirvieron un aperitivo por cuenta de la casa que estaba muy bueno para empezar, el agua ya te la ofrecen/ sirven en que te sientas. Pedimos de carta ya que nos apetecía disfrutar más de las raciones normales. El salmorejo es muy fresco y rico, recomendado para la temporada de verano. El steak tartar es más contundente de lo que aparenta y tiene un toque picante que le da mucho gusto. De postre elegí las cerezas, otro acierto para verano, el sorbete de menta le da un frescor que ayuda a digerir todo lo anterior. La carta de vinos es muy variada, hay para todos los gustos.

El restaurante fue estupendo. Nosotros fuimos a carta y las cantidades eran más que adecuadas, el tiempo de espera entre plato y plato correcto y el trato del personal muy educado y amable. Pedimos dos entrantes, dos principales y dos postres y también nos dieron dos aperitivos cortesía de la casa. La única pega fue que hasta que nos trajeron la carta tanto de comida como de vinos tardaron un poco. Por recomendación, el arroz meloso y el postre de cerezas, menta y vainilla de veracruz estaban espectaculares. No obstante tiene buena relación calidad - precio.

Presentación carta de verano con muestras en formato tapa de diferentes platos. Fantástico bacalao confitado con cecina de León y muy rico canelón de conejo al Jerez. Enclave e instalaciones modernas y muy elegantes, para disfrutar de un tiempo tranquilo dentro o en terraza. Servicio muy amable y profesional.

Cena elegante a orillas del río Ebro. Escogimos el menú degustación para cenar y quedamos muy satisfechos: incluida la bebida, el postre y una variedad de platos para probar que sobretodo nos sació sin duda alguna. El único problema fue que al estar tan cerca del río había mosquitos, sobre todo al final de la velada pero que sin problemas, nos ofrecieron montar dentro una mesa para estar mejor. Volvería aunque eso sí, solicitaría una mesa en el interior del restaurante.

Una cena de 10 en un lugar único en Zaragoza. La comida inmejorable, cada plato consiguió sorprendernos, destacar los postres pedimos 5 de los 6 que tienen en la carta y todos estaban buenísimos y para todos los gustos, muy muy recomendable la torrija de pan brioche. El personal muy atento y no pudo ser más correcto. Fue una velada sorprendente e inolvidable, repetiremos seguro.