Creo que es el tercer restaurante brasileño que he probado en Valencia y he de decir que me ha encantado.
Llamamos para reservar unas horas antes, ya que el fin de semana igual te quedas sin ir a donde querías, cosa que fue un acierto. Al teléfono la dueña hablaba con acento portugués marcado, lo que indicaba que el sitio era al menos regentado por brasileños.
No costó mucho encontrarlo, justo en la esquina. Es de los que tiene la puerta cerrada y tienes que llamar al timbre, y mientras esperábamos nos deleitamos con la abundante decoración brasileña que te hacia trasladarte allí.
Cuando entrábamos estábamos solos ( preferimos no ir a la hora española ) lo cual nos dio tiempo para charlar los los dueños, que son súper amables, con ganas de charlas y muy cercanos. El dueño tiene mucho más el acento marcado que su mujer, a mi me costaba entenderle ya que aparte de eso hablaba como una bala.
Nos sentamos en la mesa que pudimos elegir entre varias que estaban disponibles, y cuando nos sentamos nos trajeron la escueta carta, que se agradece para no estar una hora mirándola arriba y abajo.
Mientras nos decidíamos qué pedir el dueño silenció la televisión y con guitarra en mano y la armónica se sentó y se puso a tocar y cantar, estábamos alucinando, con esto ya estábamos completamente en Brasil!
Nos decantamos por pedir dos entrantes y tres medios platos para poder probar cuanto más mejor. Nuestra elección fue unas croquetas, las de aipim buenísimas el relleno un poco líquido y otras de kibe que no estaban mal, mezcladas con una salsa que era fuego.
Luego nos acompañaron medios platos de picaña, jardineira y bife a milanesa, bien sabrosos y tiernos, acompañados de ensaladilla rusa, vegetales y arroz blanco.
Para rematar nos pedimos la mousse de maracuyá, que estaba especialmente cremosa y quizás demasiado empalagosa para uno solo, pero podías masticar las pepitas y deleitarte del sabor de la fruta de la pasión.
Es un sitio para volver, ya que la experiencia fue muy buena y aun hay más platos que degustar!
Pequeño pero muy acogedor. Comida casera y hecha a la hora, sabor muy cerca de la comida que se hace en Brasil. No hay mucha diversidad en la carta. La camarera y el dueño son muy amables. Las caipirinhas valen la pena probarlas, son buenas, grandes y baratas.
Lugar con mucho encanto. Trato famiiar de una pareja muy especial. Las caipirinhas muy ricas y la comida excelente. Sin duda volvere muy pronto. Super recomendado!
Auténtica comida brasileña. Una caipirinha inmejorable y un trato acogedor y familiar. Regresaremos, sin duda.
Es un restaurante pequeñito y muy familiar, se cena bien, la caipiriña buenísima, en general esta muy bien .
La comida está muy buena. Los productos son de calidad y están bien cocinados y presentados. Los camareros son muy cercanos, amables y simpáticos y de vez en cuando uno cogía la guitarra y la armónica y tocaba un fragmento muy bonito. Es costumbre pedirse una caipirinha y te dura toda la comida de lo grande que es. Sin duda volveremos porque es un sitio muy acogedor.
Fuimos a cenar un sábado. Llamamos para reservar, aunque ese día había algunas mesas libres.
Nos atendieron genial, el trato por parte del personal es muy cercano y agradable.
Y la comida estupenda, llena de sabor y colorido.
La relación calidad precio es muy buena.
Genial la opción de poder pedir medias raciones, las puedes compartir y así pruebas más cosas.
Por cierto el baño de las chicas es total! Lleno de flores y plantas (de plástico) super alegre y limpio que es lo que importa ;-)
La verdad que volveremos y recomendaremos al 100%.
Me he sentido en ksa . Mi hija de 4 años se lo pasó genial y lo bien que ha cenado, me dejo sorprendida.
La comida es una de las mejores que he comido en España .
Las raciones muy generosas.
Los zumos riquisimo .
La caipiriña es obligatorio probarla.
La cocina muy rápida.
Y mi cafecito estaba riquiisiimoooo.
Relación precio calidad , esta muy bien.
El restaurante es pequeño y os recomiendo hacer la reserva , por si acaso por los corazones..
Esta un poco escondido y tienes que tocar el timbre para abrir la puerta..
El baño es precioso lo que tengo que decirlo... estoy tan acostumbrada a ir a baños mediocres y que sea lo más feo de la casa.. y reconozco que me dejo perpleja. Muy bien decorado y limpoooooo.
Solamente comentar a los dueños que son maravillosos .. espero vernos muy pronto.
Llevo en Valencia 13 años y este es el restaurante brasileño que nunca me ha decepcionado. Buen trato, familiar, buena comida casera. La caipirinha muy buena, pensando en precio y calidad está fenomenal. Súper recomendable.
Comida muy buena y los propietarios son muy agradables. Nos recomendaron muy bien y fueron muy divertidos. Él incluso sacó la guitarra y la armónica y tocó... Además, no me pareció caro. Recomendable 100% para pasar un rato agradable con buena comida.
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