Oslo

Por fin, lo único que le faltaba a este restaurante vegetariano era comenzar a dar las cenas más pronto, antes a las 20:30 era un poco tarde, ahora a las 19:00 tienes la posibilidad de degustar sus exquisitos platos, todos ellos muy sabrosos y algunos muy especiales, buena carta de vinos, bien conservados, interesante precio final. Gente simpática gestionando la sala, amables y dinámicos. Saludos

Recomiendo mucho este lugar. La comida muy rica, soy vegana y tienen bastantes opciones veganas, otras que son vegetarianas imagino que se pueden veganizar. Las croquetas de alcachofa buenísimas y si van tienen que probar si o si las hojaldradas. Que son como unas patatas con queso y boniato envueltas en hojaldre. También comimos la croqueta de boletus y la musaka, muy rico. Está bueno que en la musaka usan Quorn y no soja texturizada que la soja texturizada quizás es más típica. Y así el plato se siente más novedoso digamos. El lugar es muy bonito, la ambientación está muy bien. Me gusta que las mesas no están tan pegadas entre sí y que no es ruidoso. La ubicación está muy bien también porque es en el centro muy cerca de las plazas principales. Excelente atención por parte de Carolina. Muy amable, atenta, profesional y eficiente.

El restaurante Oslo es de mis sitios favoritos del mundo entero. La comida es deliciosa y sorprendente, muy única. Colorida, delicada, sabrosa, equilibrada, bonita y muy muy especial. En multitud de ocasiones he llevado a personas no vegetarianas allí y les han encantado. Alguno de ellos incluso me ha comentado que estaba deseando volver y llevar allí a familiares y amigos para sorprenderlos también. El trato es siempre amable e impecable. El diseño del local tiene el sello de Manuel Diaz Nebbia, es luminoso y precioso. De inspiración nórdica, se nota que está muy bien pensado porque es muy bello y porque también es cómodo y práctico y elegante, pero transmite mucha paz, no le falta detalle. Está ubicado en el Carmen, en el corazón del casco antiguo de Valencia, un sitio genial para dar un paseo antes o después de comer. Suele tener exposiciones temporales muy interesantes de artistas locales, otro motivo más para visitarlo. Su menú del día se prepara con cocina de mercado y con producto de cercanía y nunca deja indiferente, lo preparan entre semana de lunes a viernes. La comida a la carta también es una maravilla, que varía un poco según la estación del año. Olga es una auténtica maga de la cocina y ella es el alma de Oslo. Es quien te lleva de viaje por el mundo de los sabores y las texturas con cada plato y nunca sabes a dónde te transportará la siguiente vez que vayas al restaurante. En su cabeza es donde se crean esas mezclas tan interesantes que se traducen en esas explosiones de sabores tan sorprendentes y deliciosas en la boca. Forma un gran equipo junto a su hermano Francisco, que es un verdadero crack también. Todas las personas que trabajan en el restaurante conforman un gran equipo tanto en cocina como en sala y yo disfruto muchísimo todas y cada una de las veces que visitó el restaurante. Es sin duda mi vegetariano favorito a nivel nacional y al que vuelvo una y otra vez, porque es un sitio al que es imposible no querer volver. Allí me siento en casa, bien acogida y tratada y disfruto muchísimo. Las fotografías son de menús del día. Ahora me han dado ganas de ir, así que mañana mismo vuelvo.