Romarey Gonzalez Dominguez
+5
Esta todo espectacular lo recomiendo 100% y el trato estupendo y Fernando un encanto.
Repetiréis sin duda.�
Hemos llegado tarde y un poco por casualidad. Nos ha llamado la atención que estaba lleno, y como buenos cazadores, ya sabemos que eso es buena señal.
La estética exterior entra por los ojos, la carta es variada, moderna, y con una relación calidad-precio indiscutible.
Nos ha atendido Manuel, de lo mejor de la casa, joven, dinámico y muy enrollado.
Hemos querido pedir todo tapas por probar más variedad/cantidad de elaboraciones, y sin duda ha sido un acierto.
Hemos probado las croquetas de boletus y las de pulpo, "2 lagrimones" se nos han caído al catarlas, no hay adjetivos en el diccionario para describirlas.
El tataky de atún y la ventresca no desmerecen en nada a las croquetas, "espectaculares"
Hemos pedido hablar con el propietario y chef, Fernando, y hemos pegado la hebra durante casi 45 minutos. Ideas claras, buenos ingredientes y atención esmerada harán que llegué muy lejos, hasta donde él quiera.
Nos veremos muy pronto!!!!!!!
Esta bastante bien, los dos camareros fueron súper atento, un encanto. Comimos dos y fueron unos 40 euros, la comida está buena pero si tienes hambre te tienes que gastar mucho. Nosotras pedimos los dos tipos de ravioli crujientes, un 10. L pan bao también estaba bueno. Había cerveza sin gluten, por lo que es un plus. Y también pedimos la cazuela de langostinos y pulpo creo que era y estaba bien.
Relación calidad precio, un poco caro pero la comida es diferente y está buena.
Cocina moderna, sin reserva previa pero con aspectos a mejorar.
Fuimos un viernes noche de mayo y estaba todo reservado en la terraza y en el interior, a excepción de 3 mesas altas. El servicio de camareros, unos muy bien y otros bastante reemplazables. Probamos pollo cajún (buena cantidad y sabrosos), pan bao (nos decepcionó), rissotto cuatro quesos (buena cantidad y recomendable para los queseros) y raviolis crujientes (sin pena ni gloria). Este último, tardó 30min, estaban todas las mesas ocupadas pero casi decidimos irnos antes. En definitiva, hay que mejorar ciertas cosas pero lo recomiendo por la zona.
Pedimos unas croquetas variadas que estaban divinas, unas espinacas con queso muy ricas, canelones con una salsa dulce para compartir, me gustaron mucho y los postres estaban de dulce, el mío en particular, brownie con helado de pistacho y granillo de almendras...para repetir 😍
P.D. Las fotos no se corresponden con la reseña porque son de otra noche, que dicho sea de paso, también cenamos súper a gusto 👌
MariCarmen Coronil Gallardo
+4
Muy buenos los platos y las tapas. No son los que estamos acostumbrados a ver, sino que son especiales, diferentes a los que comemos todos los días. Los canelones muy ricos y los postres de muerte. Lo único malo es que estuvimos en las mesas altas y para mí muy incómodas La chica que nos atendió muy amable y simpática. Repetiremos.
Muy rico todo, especialmente la ensaladilla, las croquetas de jamón y de champiñones, los canelones y las gyozas.
Los camareros estuvieron atentos y fueron relativamente rápidos.
Sorprendida gratamente por su ensalada de espinacas, el resto de tapas que probamos también bastante ricas, los postres muy mejorables el helado de mango con la torrija no combinaba bien y de tamaño bastante pequeña para el precio que tenía. Camareros muy atentos y simpáticos, muy profesionales.
Geniaal, súper amables, y rápidos en el servicio , en la atención. Buen café! Y fresquitos y agusto en las instalaciones. Gracias además por bajar la música (por lo que os pedimos !!) Recomiendo 100% Habrá que probar también sus tapas ;)
Fuimos de imprevisto sin reserva para cenar y había sitio dentro, con lo que no tuvimos que esperar y la temperatura dentro muy agradable ya que era una noche calurosa. Las cosas que probamos nos encantó, la ensalada de espinacas fritas, el canelón, y un panecillo con carne deshilachada que no recuerdo el nombre pero que estaba muy bueno. De postre pedimos tarta de muerte por chocolate y otro con dulce de leche que nos encantó. La chica que nos atendió muy amable. Nos gustó mucho el sitio y volveremos.
La comida está muy buena. A mí me gusta mucho las papas bravas, sobe todo su salsa de tomate. El canelón de carrillada con su salsa px también me gusta mucho, aunque a mí parecer es un poco pequeño, aún así lo recomiendo (el Pedro Ximénez no es el típico excesivamente dulce y empalagoso, este está muy bueno). Ojo que lo más normal es que estén las mesas reservadas, las 2 veces que he ido, tuvimos que preguntar por mesa porque casi todas tenían el cartelito de reservado. El sitio es una esquinita muy buena con sol y sombra, y tienen toldos y sombrillas. Para aparcar no he tenido problemas, aunque es verdad que aparqué justamente en el único hueco que vi por alli nada más llegar. Los camareros se ven atentos y simpaticos. Respecto a los precios están por encima de la media, lógicamente se ve que son tapas y platos más elaborados. La única pega, que te cobren 1,20€ por persona por pan y picos que viene siendo una rodaja de pan, tal cual y una bolsa de roscos. Restando esto último no le voy a calificar con menos de 5 estrellas.
Bar con terraza en una localización muy tranquila. La terraza, lo más demandado, tiene dos turnos de comidas (de 13 a 15h y de 15 a 17h). Si te decides por el interior, puedes comer sin problema a cualquier hora si hay mesa libre.
Se agradece una carta no muy amplia y la cuidada atención del personal.
Buena presentación, aunque los precios quizás algo elevados para la cantidad que ofrecen.
Recomiendo probar la especialidad de la casa: ensalada de espinacas.
Precio medio por persona: 15-20€.
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