Buen bar de tapas situado en pleno casco histórico.
Mejor ir en transporte público o en su defecto buscar un parking. Aparcar en la calle prácticamente imposible.
Dispone de algunas mesas y taburetes en el interior, no demasiadas, por lo que suele estar lleno con facilidad. El camarero hace virguerías para sortear el poco espacio disponible para andar cuando está todo ocupado.
El ambiente y la decoración muy cuidados, adjunto fotografías de los detalles que más me llamaron la atención.
La temperatura en el interior muy bien.
La carta escrita está bastante bien, además de palabra ofrecen varias alternativas más. Todo con muy buena presentación, calidad y variedad.
Pedimos la carrillera con puré de patata, la ventresta de atún con salmorejo y taquitos de jamón, la brocheta de lagartito ibérico y una porción de tarta como postre.
Todo estaba buenísimo, a destacar sobre todo la carrillera, que es la más rica que he probado.
La relación calidad-precio está muy bien, porque aunque no es barato se compensa con lo exquisito que está todo.
Precio dos personas: las tres tapas, cerveza, tinto de verano y postre = 19 € (chupitos regalo de la casa).
La atención por parte del camarero muy amable y simpático. Aunque un poco confundido a veces en la organización de las comandas con la cocina.
Resumiendo, un bar totalmente recomendable.
Buen recinto para tomar tapas, la atención es buena. El local es bastante bonito e impresionante con sus altos techos y sus prominentes columnas. Es un sitio pequeño y tiende a estar bastante lleno, conviene reservar. Las tapas no estaban mal
Inmaculada Torres Pineda
+4
Una cerveza muy fría y bien servida.
Recomiendo el plato de berenjenas, el wok de pollo, la tapa de carrillada y los muslos de pollo al curry.
Si vas con el tenedor, te hacen descuento con la app.
Recomiendo éste lugar porque la comida está bien y la atención es buena.
An error has occurred! Please try again in a few minutes