Restaurante Az-zait

Great experience! The excellent food, the presentation, the service, this is a top restaurant and we have enjoyed it very much!

Celebramos nuestro primer aniversario de bodas en este restaurante y resultó ser todo un acierto. Escogimos el menú degustación lavandera con el que comimos estupendamente bien. Por motivos de salud no puedo comer algunas cosas, lo avisé con tiempo y me tenían preparadas otras alternativas que resultaron excelentes. El trato fue muy amable a la par que profesional y atento. El ambiente es tranquilo y la presentación de los platos muy cuidada y original. Muy recomendable.

El lugar es espectacular. El diseño del local es diferente, con frescos y decoración de alta gama. Fuimos y pedimos un menú de 7 pasos. Al comenzar nos dieron la bienvenida y nos explicaron todo con mucho detenimiento. Después nos enseñaron la carta de vino que fue un espectáculo porque nos pedimos un rioja alavesa estaba de 10. Y los platos perfectos algunos nos gustaron más y otros menos. Pero nos pudo el trato y la atención. La forma de servir, la profesionalidad... El menú tiene un coste de 55€por persona y merece mucho la pena pagarlo. Es un lujo ir y es recomendable.

Restaurante frente al Gran Poder. Cocina con arraigo y pinceladas técnicas sin pecar de pretenciosa. Decoración cuidada y vajilla muy original. El menú Lavadero, 44e con bebidas aparte. Comienza con dos aperitivos, falso ravioli de campari y mango, muy fresquito y rico, es un esférico que explota en la boca. Y degustación de aceite y alioli con una pieza de pan que no está incluida en el menú y se cobra aparte. Aceite muy bueno y alioli correcto. El primer pase es un Tataki de vaca madurada aunque podría llamarse carpaccio ya que el marcado exterior es prácticamente inexistente. Este es el plato que menos me gustó. Ni el sabor de la carne, ni el abuso de germinados, ni el mix de frutos secos me parecieron merecedores de repetir. Sigue crema de patata con pulpo y huevo a baja temperatura con aceite de trufa. En mi opinión mejoraría el resultado y el escandallo, bajando la trufa y subiendo el pimentón, además la crema demasiado ligera, casi sopa y muy sosa en mi caso. Generoso con el pulpo y con unos costroncitos muy agradables. Sigue vieiras con romesco y trigueros con aire de regaliz. 3n mi opinión el mejor plato de este menú. Vieiras de buen tamaño, jugosas y en el punto perfecto, sabor potente y muy carnosas. Vienen con trigueros salteados, buenos, aire de regaliz, no se apreciaba demasiado y con una salsa romesco muy rica y untuosa aunque un poco baja de ajo que quizás merecía algo más de protagonismo. El último pase salado es un lingote de cordero con cuscús. Otro plato bandera de esta casa aunque en mi opinión el cuscús, un poco insulso, desmerece al lingote de cordero, muy tierno y muy jugoso, perfectamente asado y con una salsa exquisita que acude al rescate del cuscús. Delicioso plato. El primer prepostre es un gel de fresas con "merengue" de limón y polvo de galleta. Muy refrescante y rico. Limpia el paladar y te saca una sonrisa. Ojalá fuera más grande. Sigue degustación de quesos que se presentan en un carrito del que se pueden escoger dos. En mi caso cabra, muy mantecoso y rico, y azul de vaca, no me gustó demasiado. Se sirve con una cucharadita de cabello de ángel que maridó perfectamente con ambos. Se puede sustituir la cata por sorbete de limón. El postre es una sopa de chocolate blanco con helado de yogur, tierra de lotus y gelatina de amaretto. Simplemente maravilloso, todos los elementos bien ejecutados y combinan a la perfección. Dos Petit four, trufa de Chocolate negro y gominola de mango. Ambos ricos y buen broche final. Segunda vez en esta casa que se está convirtiendo en parada obligatoria en cada visita a la ciudad. Sin duda un lugar perfecto para disfrutar y darse una alegría. Sólo desconté una estrella al servicio, que no a los camareros, ambos superprofesionales y atentos, porque los tiempos entre los pases son demasiado largos hasta el punto de que casi acabas pidiendo la hora. Si estás en Sevilla y no reservas una mesa estarás desaprovechando una oportunidad de ser feliz.

Restaurante bien decorado y bien atendido. La comida sorprende, por su calidad y su presentación. Recomendable

¡Magnífica experiencia gastronómica! Probamos el menú degustación y salimos encantados, buena presentación, platos diferentes y riquísimos, buena cantidad y calidad, junto con una atención inmejorable por parte del camarero, que te iba explicando la elaboración y forma de comer y disfrutar mejor cada plato. El restaurante es muy agradable y con una decoración distintiva. ¡Para repetir, sin duda!