Bacao

Local céntrico, algo pequeño y con mesas bastante pequeñas para aprovechar el espacio. Éramos dos personas para cenar. Pedimos el brioche de costilla deshilachada, las zamburiñas y la carrillera ibérica con puré de patata. Las zamburiñas y el brioche estaban muy buenos. Sin embargo, la carrillera no estaba nada jugosa ni gustosa. De poste pedimos la tarta fundente de chocolate al 70% y la verdad es que estaba muy muy rica. El precio total fue de 68€ (34€ pax) considerándolo algo elevado en comparación con otros restaurantes de la zona de calidad similar. Especialmente, nos llamó la atención el precio de los postres (8€ los más baratos). Salimos satisfechos en general, no obstante, considero que hay otros muchos lugares en la zona con oferta gastronómica similar y mejor relación calidad-precio.

Espacio agradable, servicio amable. No entiendo que un restaurante de esta categoría no ponga mantel o en su defecto salvamantel. Servilleta de papel. ¿Dónde colocas los cubiertos limpios si usas la servilleta? encima de la mesa que supones que está limpia. ¿por qué no te cambian los cubiertos de un plato a otro? ¿No tienen lavavajillas? Eso es una cosa que no puedo entender en ningún sitio, es horrible tener que usar cubiertos sucios de un plato de pescado a una carne, de una salsa a otra, ¡¡¡¡por favor!!!! El precio me pareció excesivo para lo que comimos. La comida, buena presentación pero nada a destacar. Por el emplazamiento que tiene, supongo que enfocado al turista o cliente de una sola vez. El camarero que nos atendió, muy amable. La chica nos quiso retirar los platos de los entrantes antes de acabarlos.

Muy buena la comida, en particular pedimos el tartar, el brioche de costilla y el arroz seco de ibéricos. El servicio muy bueno. En el local aunq al principio tenían el aire a tope y era un poco incómodo lo bajaron muy amablemente y se estuvo mucho mejor. Tartar: corte un poco grueso y poco picante. De sabor rico. Brioche de costilla: muy bueno, ni una pega. Arroz seco de ibéricos: muy rico y gran cantidad. La carne que decora un poco pasada pero rica. No dio para postre.