Mono

Hoy hemos probado por primera vez este sitio, y la experiencia ha sido de 10!! Tiene una carta corta pero con platos originales y la gran mayoria vegetariamos(algo que me encanta) todo tenia buena pinta, nosotros probamos las papas morunas, el brocoli y las alitas y TODO riquisimo!! Tambien tienen cervezas artesanas de tirador. El camarero muy amable, y simpatico. El local es pequeño pero con decoracion muy guay!! Los unicos "peros" que voy a poner son: que en el baño de señora hace falta un espejo, y poner una bolsita de picos en la canastita de pan. En resumen: el sitio es muy recomendable para probar nuevos platos y disfrutar de una buena comida y cerveza!!! El camarero nos comento que cada cierto tiempo cambian algun plato de la carta, algo que me parece muy guay para seguir probando cosas nuevas!!!Nosotros volveremos para seguir probando mas platos de la carta!!Hemos vuelto a repetir, y todo GENIAL, todo lo que pedimos super bueno pero lo mejor de todo la gyozas!!!!!!!BRUTALES!!!!!! OBLIGATORIO pedirlas, el sabor, la textura, el relleno la salsa....PERFECTAS!!!!!!

Una joyita escondida cerca de la Alameda. Tienen una carta pequeñita en la que van modificando platos cada cierto tiempo. Buena selección de cervezas artesanales. La comida está deliciosa, una combinación de sabores muy equilibrada. Las alitas y el brócoli son espectaculares, podría comerme un cubo de cada. Servicio amable y atento. Me gusta mucho que tengan tantas opciones exclusivamente vegetarianas.

Siempre es agradable encontrar lugares diferentes en los paseos por tu ciudad, y este es uno de esos sitios en los que disfrutas de esa suerte. Os ánimo a probarlo como me animaron a mi. Cervezas artesanas, vinos muy interesantes y una carta cortita pero en la que te apetece probarlo todo. Volveremos.

Empezamos por el trato del camarero , espectacular , nos atendió un chico con barbas super amable nos aconsejo sobre la cantidad de comida , en ello me pareció muy honesto , seguimos con el cocinero ...amablemente nos respondió sobre las preguntas que le hicimos sobre los platos que nos elaboró, vamos con la comida ....solo he puesto 5 ⭐ porque no hay más , no sabría cómo explicar todo lo que comimos , buenísimo , super bien elaborado , sabores sorprendentes , calidad superior , solo darle las gracias al cocinero por su trabajo , un trabajo impecable, solo voy a poner una pega y era lo que iba a puntuar mas bajo , el ambiente.....cuando llegamos esta súper agradable , todo lleno y la gente comiendo , disfrutando de la cena y hablando en voz baja pero...... llegó una reunión de chic@s q se pusieron en la barra a comer y entre ellos había una chica con unas gafas cuadradas de pasta q parecía que se había tragado un altavoz , molesta ya que hablaba para todo el bar , eso hizo q nos fuéramos , entiendo q no es culpa del personal por eso no lo he puntuado bajo , estoy deseando volver a disfrutar de otras cosas de la carta( espero no coincidir con la chica de las gafas de pasta cuadradas , jajajaja y si coincido ...que hable más bajito ) y os dejo una recomendación ...las zanahorias asadas , como un producto tan sencillo en unas buenas manos se puede convertir en un manjar..... pues así es , las manos del cocinero vuelvo a repetir 5⭐ 👏👏👏👏👏👏

Un lugar con encanto propio en Sevilla. Buenísima comida, elaborada y cuidando cada detalle. Tienen opciones veganas y vegetarianas en carta. Delicioso. Cerveza artesana muy buena, y con variedad para elegir. Son profesionales y muy simpáticos. Para los amantes de los cócteles, también podéis disfrutar de ellos. La buena música y las exposiciones que guarda su interior es todo un acierto. Repetiré seguro! Lo recomiendo 100% Ya os tengo como favoritos!

Fuimos 3 días a Sevilla y buscando restaurantes nos llamó la atención este, y acertamos de pleno. Platos muy originales y con mucha calidad, recién hechos allí delante de nosotras. Nos gustó especialmente la coliflor, sobre todo teniendo en cuenta que mis hijas no suelen comerla y allí les encantó. Además es pet-friendly, pudimos entrar con el perro sin problema.

Un descubrimiento. Está escondido, es un sitio pequeño y con una carta muy chica (solo 8 platos) pero de la cual se agradece que 5 sean vegetarianos y que además todo lo que hemos probado está de 10. La tarta de queso también estaba riquísima. Los cócteles no lo hemos probado, aunque tiene muy buena pinta. Volveremos sin duda.