Es de mis restaurantes favoritos en Santiago. Pequeño pero acogedor.
El trato no puede ser mejor. La decoración muy original y elegante.
Tienen un menú del día, las veces que lo probé, me encantó.
Un diez de diez. Súper recomendado
Lugar pequeño pero acogedor. Tienes las mesas altas de la entrada y la parte de restaurante al fondo. Buena carta y completa. Precio moderado para la calidad. Y muy buen servicio, para dejarse aconsejar. No perderse el paté casero, las empanadas de pollo al curry y la tarta de cerveza negra para el postre. Recomendable.
Local con encanto y vistas a la catedral desde la terraza cubierta.
Platos muy bien presentados y deliciosos.
Fuimos dos personas y comimos dos entrantes, un plato principal y un postre por 50€, bebimos agua (a decir verdad porque tenían una carta de refrescos muy limitada, están más especializados en vinos).
El paté casero con mermelada de pimiento digno de mención.
El roast beef y las fabes con chipirones también nos gustaron mucho.
De postre tomamos una tarta de chocolate buena pero algo seca pero con buen sabor (para mi gusto le echaría mas nata).
Sin duda un local para cenar tranquilo y con buena calidad.
El precio es asequible (25€/persona) y le servicio correcto.
Precioso local, magnífico ambiente, espectacular servicio, gracias a Álvaro y superior cocina.
Fuimos al brunch y nos encantó, tartas deliciosas y no pesadas y platos de carne y pescado super buenos de sabor y equilibrados, repetiremos seguro!
El sitio es muy tranquilo, agradable, cómodo en general. Quizás las sillas son muy altas y/o las mesas bajas (yo no soy especialmente alto y tuve que sentarme de lado por comodidad). Para mi gusto hay poca luz y en esto lo tienen fácil porque puede entrar mucha más por la parte que da a la terraza. La música ambiental bien, muy bajita y no molesta nada aunque acompaña. No hay olores.
En cuanto a la carta, muy justa (mejor) aunque no hay nada especialmente elaborado. La croca estaba bien aunque llegó ya algo fría (punto a favor el no acompañarla con un montón de patatas). Las empanadillas supieron a poco, pero estaban muy buenas y nada aceitosas.
El trato y atención pasaron desapercibidos.
Para picar nos pusieron unas aceitunas... quizás más propio de una tasca. Tampoco le doy importancia a esto, pero choca un poco.
La relación calidad precio se queda algo descompensada, es algo caro (no hemos pedido vino ni pan, y el primero fue para compartir, 25€ por cabeza).
* Las verduras brillan por su ausencia.
No es mal sitio, quizás volveremos más adelante. Si estáis por la zona podéis pasar a probarlo. Entre 3 y 4 estrellas . Le pongo las 4.
Comimos en el restaurante y nos pareció maravilloso. Buena decoración, ambiente y fabulosa comida, a destacar las fabas con pulpo y las flores de calabacín, el bonito estaba delicioso. El trato del camarero fue excelente pese a que llegamos muy cerca de la hora de cierre.
Local muy agradable, servicio exquisito, carta excelente y vinos memorables. Estos chicos saben lo que hacen. Si tuviera que poner un pero sería que por las noches les falta apoyo de personal en sala. Por lo demás… Michelin, no les pierdas ojo!!!
Lo encontramos sin buscarlo. Llegamos poco antes de que cerraran la cocina, a las 4, y realmente acertamos de pleno. Es un restaurante muy bonito y acogedor. Pero lo mejor fue la comida. Exquisita!!!! P
Excelentes platos, buen servicio y local acogedor, precio alto pero acorde a la calidad de lo ofertado.
Lo recomiendo
An error has occurred! Please try again in a few minutes