Restaurante A Tulla

Fuimos recomendados por unos amigos y la verdad que salimos encantados. Desde el personal que nos atendió de manera muy amable explicándonos los diferentes bocadillos, hasta los propios bocadillos que son en muchos casos clásicos pero con una vuelta de innovación interesante. De lo que probamos me quedo con la hamburguesa, pero todos me parecieron muy ricos. Las patatas fritas también muy buenas, blanditas por dentro y crujientes por fuera. Sin duda volveremos a probar alguno más de sus platos.

Muy buena atención, te cuentan en que consiste el concepto y te explican lo que necesites. Mucha intensidad y sabor. Pedimos patatas bravas, ensaladilla y bocatas en bolla de codillo y carne mechada. Empapan los bocatas con la salsa del cocinado, riquísimo. De postre y siguiendo la recomendación un delicioso Dalky ☺️

Las combinaciones de ingredientes de los bocadillos son apoteósicas, no llegan a nada las 5 estrellas. Adjuntamos foto del de codillo, está absolutamente increíble. Sin duda tenemos que destacar la maravillosa atención de Martín, siempre con una recomendación sorpresa en vinos y espumosos para nosotros. Infinitas gracias por dedicarnos tu tiempo y tratarnos como si fuéramos la única mesa sentada en el local, por regalarnos un poquito de tus conocimientos cada vez que vamos y por hacernos sentir como en casa de un amigo. Ya es la segunda vez que vamos pero sin duda habrá muchas más. Hasta pronto 🥰

Experiencia gastronómica increíble. Habíamos escuchado hablar de este sitio y nos decidimos ir. Bocadillos que no se ven en ningún otro lugar de la ciudad y el equipo que atiende encantadores. Le comentamos que estábamos iniciando en el tema de vino y nos dio una cata y una indicación para tomar un vino, algo que no se ve hacer por ahí. Probamos el bocadillo de codillo y crispy chicken (o algo así). Tienen grifos de caña que no los he visto por la zona monumental, algo diferente en la zona vieja no solo montado para el turisteo sino para la gente de Santiago. POR FIN. Repetiremos sin duda.