Rincon Mudejar

Si queréis un lugar con un trato excelente, este es sin duda. Íbamos de camino y llamamos a las 15:30 de un sábado, cerraban cocina a las 15:45 y nos esperaron. (Íbamos con niños) Millones de gracias, croquetas, revuelto de morcilla, solomillo, entrecot… y esa torrija con helado de mango,,, y sobre todo, el trato magnífico de las dos señoritas de la barra y del dueño. Volveremos sin duda. Gracias!!!!

Muy recomendable, la comida, experiencia y trato ha sido inmejorable. Hemos comido un entrante de puerros a la plancha, y después cochinillo asado y solomillo a la plancha. Estaba todo buenísimo. Luego, la tarta cremosa de chocolate una pasada. Todo genial, y además gracias al trato de Luis ha hecho que sea un sitio muy especial y donde volveremos. Enhorabuena

Reconozco que es un restaurante que nos sorprendió. Paré con un amigo volviendo a Madrid después de unos días en moto por el norte y tengo que decir que tomamos el mejor lechazo asado que he probado en bastante tiempo. Estaba en su punto, natural y recién hecho. Como éramos nada más que dos, solo pudimos probar el revuelto de morcilla y manzana que estaba muy bueno. La carta de vinos es bastante buena y tienes la opción de tomar cualquier vino de la carta por copas. Esto es una muy buena solución cuando hay pocos comensales y no merece la pena pedir una botella entera. En nuestro caso, además, teníamos que conducir. Según nos explicó con todo detalle nuestro anfitrión, es posible gracias a un sacacorchos especial que permite extraer el vino de la botella sin descorcharla, a través de una aguja, inyectando a la vez gas argón para compensar el volumen extraído. El argón, al contrario que el oxígeno del aire, permite mantener las propiedades del vino restante en la botella inalterables durante mucho tiempo. Como podéis suponer, el servicio que acompaña a esta estupenda comida y un vino excelente, es de primera. Muy recomendable. Volveremos seguro.

Increíble. Fuimos a comer con reserva previa aunque al límite, pero aún así el personal de sala nos hizo un hueco para comer y eso que íbamos con carrito. De entrantes probamos su Sopa Castellana y los Lomos de Sardina ahumada que fueron todo un acierto. De principal tomamos el Solomillo de ternera y las Chueltillas de cordero lechal. Todo riquísimo y en su punto, pues nos gusta la carne muy poco hecha y acertaron. De postre probamos sus Natillas y como no, su Torrija con helado de Mango. Todo genial. Gran trato profesional y servicio de principio a fin. Muy recomendable y para repetir.