El Caballero De Olmedo

Esta experiencia es digna de contar. Llegamos un sábado hacia las 14,30 sin reserva. Nos atendió Ramón, el dueño, para tomarnos nota a pesar de tener el restaurante lleno. Tuvimos que esperar un poco, ¡pero mereció la pena! El lechazo muy sabroso (bastante cantidad), el vino blanco que nos aconsejo la camarera, muy bueno (el de la casa, aunque no recuerdo el nombre). La tarta de queso muy buena también. Nos invitaron a los chupitos y al café, por la espera supongo. La camarera que nos atendió no pudo hacerlo mejor, ¡una profesional como la copa de un pino! Uno de los comensales estaba enfermo y pidió sopa castellana, pero no tenían. Se molesto en ir a cocina a preguntar que le podían ofrecer y le hicieron una crema de calabaza exquisita, sin añadir nada extraño a un precio genial! La única cosa, por decir algo, que la ensalada parecía de bolsa, aunque el bonito y la cebolla aliñada que traía estaban muy sabrosos (aunque por 16 euros... ). Con la cuenta nos regalaron dos pequeñas llaves con el nombre del restaurante y su teléfono para poner en el llavero, ¡un detallazo! Os dejo fotografías de todo. LO ACONSEJO. El local muy acogedor y las mesas con mucho espacio entre ellas, lo que da bastante intimidad. Muy bien de cantidad y de precio.

Fuimos a comer 2 personas un domingo y menos mal que teníamos reserva, porque el local estaba completo. Pedimos el solomillo de carne roja con cebollitas glaseadas, el cual viene acompañado también de patatas fritas y pimientos, y nos encantó. El punto de la carne estaba perfecto y tenía mucho sabor. Pedimos también las mini hamburguesas de Wagyu y también estaban buenísimas, claro que no tanto como el solomillo. Como postre pedimos la tarta de 3 chocolates (espectacular) y la tarta de queso (riquísima también). Si nos pillase más cerca sería un sitio al que iríamos habitualmente sin duda.

Excelente comida, un servicio exquisto, una organización espectacular. Totalmente recomendable. Llegamos a las 15:15 sin reserva, apenas esperamos 15 minutos. Nos atendieron enseguida, el trato fabuloso, la calidad de la comida muy buena, encima nos invitaron al café. Muchas gracias por todo, volveremos.

Estábamos en Olmedo de visita. Las personas a las que íbamos a visitar habían reservado en este sitio porque buscaban un asador donde comer un buen lechazo. Y fue todo un acierto. Éramos 9 comensales y algunas pidieron lechazo, otras chuletillas y otras bacalao. Además compartimos unas ensaladas. Todos los platos espectaculares de sabor, cantidad y presentación. También tienen una buena carta de vinos. La atención inmejorable, pendientes en todo momento de lo que necesitábamos y muy amables. Está justo al lado del Parque Temático del Mudéjar, por lo que primero hicimos la visita y cuando salimos fuimos a comer a este sitio. Era necesaria la reserva previa, no sólo por el número de personas que éramos y que estábamos en fin de semana sino también para encargar el lechazo. Desde luego volvería a comer en este sitio. Lo recomiendo

No teníamos reserva , pero nos dio de comer con la condición de dejar la mesa libre a las 3 de la tarde . Comimos queso pata de Mulo, lechazo , cochinillo espectacular . Y los postres destacar la tarta milhojas. El personal amable y profesional. Y la persona encargada de sentarnos un 10 . Volveremos pero con reserva .