Rugantino

Javier Gomis

Lo atractivo del lugar es que está en una cueva. Accedes bajando unas escaleras. La decoración y la iluminación hacen de este restaurante un lugar diferente. Tienen una amplia carta con platos bien elaborados y presentados, para mi gusto falta un poco de sal en algunos platos. Los postres son originales y la atención de los camareros es cercana y amable

Mauron

Grata sorpresa, restaurante muy conocido con un nuevo toque. Decoración estilo cueva con una iluminación tenue pero agradable. La atención fue excelente y la comida muy rica. Buena relación calidad/precio.

Miguel Fernández

Por desgracia cerró. Pero se trataba lugar magnífico, con una comida excepcional y un servicio exquisito. Ubicado en un lugar único, con aspecto de cueva laberíntica, que impresiona desde el primer hasta el último momento. La comida buenísima, con especial mención a la pizza de queso con patata deliciosa. Y los precios dentro de lo razonable. Además en su día fue Grupo Vips, con lo que muchas de las promos eran válidas, como los 2x1 en cenas, lo que hacía que fuese simplemente único, maravilloso. Una pena que Vips lo vendiese (gracias a eso se salvó del cierre, que le hubiera tocado, como a sus hermanos Lucca, Tattaglia, Paparazzi o -un poco diferente- Teatriz). Y una pena que finalmente cerrase hace un par de años. Era un lugar único en Madrid, se mire por donde se mire.