Wakka

Restaurante japonés nuevo en la zona con una decoración muy llamativa y una amplia selección de platos. Pedimos un total de tres platos para dos comensales y todo estaba realmente delicioso, especial mención a las gyozas de rabo de toro. El personal fue rápido y atento. Estuvimos en el interior porque hacía frío pero la terraza es realmente agradable en verano.

En el mismo local en el que hace años estaba La vaca argentina. Me imagino que lo de Wakka viene por ahí. La comida está muy bien. Japonés artesanal. Todo hecho a mano con cuidado. Muy buen producto que te aconsejan no estropees con salsa de soja. Totalmente de acuerdo. La decoración está muy cuidada y la terraza es muy apetecible si el tiempo acompaña, incluso en los días calurosos de verano.

Lugar con una estética muy bonita, desde que entras por la puerta y el paso al interior. A destacar: -El salmón, tiene un sabor peculiar a mar. El que he probado hasta ahora con una diferencia brutal a otros restaurantes. -Los platos elaborados y en cantidades justas para luego no irte muy lleno si quieres probar más variedad. -Hecho al momento y con unos sabores que denotan la calidad del producto. -Súper fresco. -La atención de los camareros muy educada y amable. A mejorar: Por poner algo que se tenga en cuenta son los tacos de Salmón. Es el propio taco en sí, muy crunchy para lo que es el relleno. Al comerlo y partirse con los dientes, se desmenuza, se te cae el salmón con la salsa que lleva y es un poco engorro. Por lo demás, le doy un 10 a Wakka. Volveré 😉

Cena canaria bajo la lluvia. La zona de interior está muy bien decorada, la barra es espectacular y las mesas bien distribuidas y cómodas. La terraza tiene pintón, además está cubierta y para verano muy agradable. Pedimos todo para compartir: Edamame con escamas de sal y suave salsa yakiniku: muy buenas, bien cocidas y con un punto spicy-sweet. Roll California en tempura con salmón, queso cremoso, aguacate y algas wakame: muy ricos, el wakame le da un toque diferente. La tempura en su punto. Roll Wakka de salmón, cebolla crujiente, queso cremoso y plátano macho: muy bueno, la mezcla de dulce con salado lo dominan. Roll de langostino crujiente, espárragos verdes y leche de coco: el que menos nos gustó, tenía demasiada leche de coco y mataba el sabor del langostino. Niguiri de pez mantequilla, boletus y trufa: muy suaves y tamaño razonable. Niguiri de huevo de codorniz y trufa: exquisito. Niguiri de pez limón: muy rico y diferente Bao negro, relleno de cangrejo de concha blanda, hojas de espinacas y salsa de toques cítricos: muy buenos, ¡lo que más nos gustó! El bao esponjoso y de contenido potente. Bao pork belly, pickle de pepino y cacahuete: rico, pero nos quedamos con el anterior Taco de steak tartar: brutal, en dos bocados lo tienes. Fresquito y mp buena. De postre pedimos la tarta de queso y te matcha: estaba buena, pero tenía demasiados polvitos de matcha y lo hacía un poco amargo. De beber varias cervezas y copas de vino. Precio: 41€/persona Pedimos a lo bestia, pero si vais tranquilos con 30€ probáis de todo. Por los dos peros le damos 4, pero volveremos para elevarlo a 5. Nos atendieron de maravilla y nos hicieron varias recomendaciones. Mil gracias por el trato Marina, ¡volveremos sin dudar a la terraza!

Muy buena calidad y presentación de los platos. Estaba todo muy rico. El sitio está muy chulo, estuvimos en terraza pero el interior es muy bonito. Pedimos varios platos para probar un poco de todo y acertamos de pleno. Sushi salmón, takkos de steak tartar y de salmón que estaban espectaculares 2 y 2. Gyozas de pato (4), tataki de solomillo de vaca y trufa, yakkipincho de wayu y cebolla crujiente, baos de Pork belly pickle de pepino y cacahuete. Y de postre tarta de chocolate húmeda y helado de crema de naranja y sake. Por poner un pero: platos muy juntitos de cantidad y tamaño. Aun así repetiremos porque la calidad es exquisita.

Es la primera vez que hemos ido y nos ha encantado, repetiremos. La carta es japonesa/cantonesa con platos de sushi, baos, gyozas y dumplings. La verdad es que estaba todo bastante bueno, incluyendo los postres (me encantó la tarta de queso con té matcha). La terraza muy chula y el personal agradable. En nuestro caso el precio del cubierto fue de unos 35€.