Milos Griego

Este es uno de los pocos restaurantes griegos de Madrid que tiene comida 100% recomendable. Me encanta el detalle y el cariño que le ponen a los platos. El precio es ajustado y si comes la degustación de entrantes para dos se hace realmente económico. Aconsejo el pulpo, la musaka y el variado de cremas, cuyo nombre no recuerdo. Sitio pequeño pero bien acondicionado. Hay música y baile griego en directo una vez cada 15 días. Recomiendo el restaurante a familias y parejas. No es fácil aparcar pero la accesibilidad es notable. No te lo pierdas

Después de estar en Grecia, teníamos muchas ganas de volver a comer la deliciosa comida típica. Éramos 4 y pedimos bastante diversidad de platos para compartir e intentar probar un poquito de todo. Salvo el cerdo, que estaba un poco seco (de sabor delicioso, eso sí) todo estaba muy rico. Bien elaborado, muy sabroso y bien presentado. El pulpo nos ha parecido un poco escaso, para su precio, y de calidad media. En general, bastante caro. El vino de la casa muy rico, pero 9,50€ la jarrita de medio litro. Eso sí, muy bien presentado. El servicio correcto. Buena experiencia en general, pero considero que 40€/ persona es demasiado.

Comida tradicional griega, abundante y de muy buena calidad. Servicio muy atento y amable, y el local tranquilo y espacioso. Pedimos dos entrantes y tres platos principales, para tres personas, y salimos muy llenos. El entrante de tapas merece la pena para probar distintos sabores, la mousaka es deliciosa, pero las brochetas de cerdo estaban un poco secas pero con buen sabor. La única pega pueden ser los precios ligeramente caros, pero es muy recomendable si te apetece probar esta comida típica.

Esta bueno, pero hay otros griegos con más sabor original. Pedimos el feta con hojaldre, engaña porque parece más dulce pero no lo es, está bueno. Y musaka, bueno también, y la berenjena gratinada. El baklava muy rico. Servicio atento y majos. Otro día me gustaría probar las chuletillas de cordero. Algo caro pero para probarlo está ok.

Excelente! Comida riquísima, a pesar de no haber probado nunca la comida griega me sorprendió todos los sabores. El entrante degustación para compartir muy bueno y alcanza para 3 personas. El pincho de cerdo exquisito, muy buena sazón. El hojaldre relleno de vegetales riquísimo, tenía mucho sabor para ser solo vegetales salteados. Por otra parte la atención también estuvo a la altura de todo el servicio. Nos facilitaron una trona para el bebé, y nos explicaban todos los platos.