Taberna Del Alabardero

Nos gustó mucho! Los entrantes increíbles, hemos probado las anchoas y las albóndigas de berenjena 10/10 👌🏻Destaca el ambiente y el trato del personal 10/10 👏🏻 Muchas gracias por las sugerencias, no nos hemos arrepentido al probar entrantes que nos recomendaron. Para el principal cogimos un chuletón, de hecho muchas gracias al personal por recomendarnos compartirlo, era bien grande. Estaba deliciosa la carne, pero es una carne madurada normalita, ni angus ni vaca gallega, pero en la carta figuraba como carne madurada sin más y el precio es muy correcto. Resumiendo, sin duda volveremos! Lo hemos disfrutado mucho ✅

Situado en un lugar privilegiado al lado mismo del Teatro Real, tiene una carta pequeñita pero exquisita. Los que fuimos a cenar nos decidimos por las recomendaciones de fuera de carta, rodaballo y cogote de merluza. Espectaculares. De entrantes anchoas, pulpo y gambones es al ajillo. Esta curioso que tiene muchos pequeños salones que dan intimidad si la buscas. La cocina está a la vista y eso da confianza

Buenísimo, tradicional e histórico Restaurante Madrileño con un estupendo local con varias salas de decoracion clásica y que resulta cómodo. El servicio profesional y atento. La Cocina está en muy buenas manos (Manuel Torres) que trata estupendamente la materia prima en los platos tradicionales e innova como por ejemplo en sus sorprendentes almondigas de berenjena, estupendos los Callos (les falta algo de alegría (picante)), el Rape etc etc. Solo distorsiona algo la felicidad los precios de platos y vinos ( defecto en comun con la mayoría de los restaurantes madrileños). Volveré como llevo haciendo muchos años.

Pasamos a la taberna después del concierto en el teatro real y fue una delicia. Probamos los huevos revueltos con patatas de "verdad" que tan raras son en los tiempos actuales. Las croquetas de jamón estaban exquisitas, cómo también, el pincho de chistorra. Todo ello, con una excelente carta de vinos. Destacar también la buena atención de Carlos que en todo momento estuvo atento, correcto y muy amable. Gracias y hasta la próxima.

La Taberna del Alabardero abrió sus puertas en 1974 y se convirtió desde el primer momento en el epicentro de la cultura y la política de la Transición Española. Pertenece al grupo Lezama propietarios de La Botillería y el Café de Oriente muy próximos y de otras sedes de la Taberna del Alabardero. El establecimiento es precioso, parece incluso más antiguo, seguramente porque se haya conservado la propia antigüedad del inmueble. Las tapas y raciones que sirven son de calidad, la ensaladilla rusa estaba buenísima (coronada por una palomita), como detalle te ponen un platillo de mejillones al pedir una consumición. Tiene salas reservadas para el restaurante en el que se debe comer muy bien según todo lo visto.