Egeo Suvlakeria Griega - Lavapies

Este restaurante de comida griega ofrece una auténtica experiencia culinaria. Desde el souvlaki perfectamente sazonado hasta el tzatziki fresco y delicioso, cada bocado te transporta a las calles de Atenas. El ambiente acogedor y el servicio amable complementan la excelente calidad de la comida. ¡Altamente recomendado para los amantes de la gastronomía griega! Además, no puedes pasar por alto el irresistible baklava con helado de vainilla, una combinación divina que endulza el paladar. Mención aparte para Angela, una camarera excepcionalmente rápida y atenta. Su servicio impecable añade un toque especial a la experiencia. ¡Asegúrate de preguntar por ella para una atención sensacional!

Merece la pena la espera? Si, y lo sabes… si has ido antes mola y volverás, no es nada del otro mundo pero te engancha, por qué? Su sabor tradicional y fusionado, porque está bueno, porque está de moda y porque hacen unos suvlakis con un pan que pocos conocen!!! Masificación a tope porque se ha convertido en un referente en Lavapies. Id y probad!! Cual?? Hamburguesa, Chorizo o Setas!!! Pero siempre acompañado por patatas y queso… os encantarán?

Estuvimos cenando sin reserva y por suerte no tuvimos que esperar a tomar una mesa porque justo unas personas se iban, pero no descartes tener que esperar algún día para coger hueco. Tuvimos alguna dificultad para decantarnos por un plato a compartir ya que los que fuimos sufrimos diversas intolerancias. Finalmente unos amigos se decantaron por unos suvlakis (1 por persona) y yo tomé una musaka que es apta para celíacos (sin gluten), ya que no tenía muchas opciones salvo algunos entrantes a pedir con tiras de verduras crudas (crudités). Para beber recomiendo pedir sus zumos caseros, a mí me gustó más el de limón que el de granada. La decoración es bonita pero el local es más bien pequeñito y el día que fuimos hacía bastante calor en su interior.

Restaurante de comida griega, muy rica y a buen precio. El local tiene mucho encanto, pero es un poco pequeño y si vas con un grupo de cuatro personas o más, no hay muchas mesas en las que sentarse cómodamente. La otra cosa negativa es que es autoservicio: cada vez que quieres pedir algo, incluso una cerveza, es necesario hacer la cola de la caja (que a veces es bastante larga) para pedir y pagar, aunque ya tengas mesa.