Restaurante Lakasa

Increíble 🫢 restaurante donde se pueden pedir a tu gusto, ideal para probar mas platos delicioso s. De lo que pedimos son muy buenos los buñuelos de queso 🧀🧀, sorprendente el fiambre de callos y no estuvo mal las manitas de cerdo rellenas de rabo de toro. Muy recomendable. Muy contento con los servicios brindados, la atención es 💯 recomendable muy pronto estaré de regreso 🙂👋

Servicio excepcional. Ambiente acogedor. El tarta de gamo y las alcachofas muy buenas. Borriquete y mejillones súper sabrosos. La tarta de whiskey y la de queso buenísimas también. Todo nos gustó mucho pero los precios son excesivos en muchos de los platos. Una porción de tarta de queso unos 14€ me parece bastante vergonzoso. Tienen medias raciones de algunos postres, a precio de una ración normal 6/7€ que son diminutas. Nos salió a 90€/persona con dos entrantes, un segundo, postre y vino por copa. Buenísimo pero precio excesivo.

Nos ha encantado la experiencia gastronómica que ofrece este restaurante. Con un tipo de elaboraciones que se salen de lo establecido y que te sorprenden en el paladar. Muy favorable la opción de medias raciones para poder degustar un poco de todo. Eso si, hicimos un homenaje a la carne. Un plato que me fascinó fue el calamar con manitas de cerdo. Una combinación curiosa y ganadora. Seguido del tratar de corzo y la liebre. Los postres por el contrario me dejaron algo indiferente. Correctos pero planos. Acerca del servicio diré que muy profesional hasta que la sala se llenó y la atención no fue tan esmerada. Un valor añadido es que el propio chef sea quien apunte la comanda y recomiende cantidades y platos.

Llega un día que, por fin, cumples con un sueño, porque sabes que disfrutarás de dos horas en vivo y el resto de tu vida en tu memoria. Una experiencia fantástica, en todos los sentidos y para todos los sentidos. La presentación de los platos, la suavidad de la mantelería, el aroma de las especias de la corvina, el tono de la sala, y, claro, el sabor, el sentido que persigues y la sensación que perdura. Uno de los imprescindibles de Madrid, sin duda.