Lugar histórico adaptado al uso de hotel, el claustro con su gran cubierta de cristal da al ambiente un caracter especial. Posibilidad de un menú con chuletón por 37 €. Nosotros cenamos de carta, producto de calidad cocinado sin artificios, bien para mi gusto. Recomiendo para disfritar del espacio. A nivel gastronómico y teniendo en cuenta que bebimos buen vino de la región encontre demasiado vinagre en las recetas y que la cocina no esta al nivel de precio. El espacio genera espectativas que no se cumplen en la experiencia culinaria.
Todavía no hemos comido/cenado allí pero sí hemos ido varias veces a tomar algo y el sitio es un espectáculo para los sentidos, de eso no hay duda. Pero de la amabilidad de Fernando, SIEMPRE, tampoco. Me parece un profesional de los que ya no hay y quiero felicitarlo públicamente. Tenemos un peque y siempre siempre le dice alguna cosita simpática. Ojalá hubiera más gente así de agradable.
Edificio emblemático adaptado a uso hostelero. comida muy agradable y en buena compañía. Personal muy atento y amable. Relación calidad precio muy buena
En el centro de Haro pero fuera del bullicio.
Hotel en un edificio de más de 600 años que ha sido convento, guarnición militar, cárcel y hospital.
Claustro espectacular con una cocina correcta para el precio.
Vale la pena ir si quieres tener una velada tranquila.
La encargada del comedor, muy profesional, amable y familiar. Un diez. La comida perfecta y el asesoramiento exacto.
Eduardo Jesús Merinas Higueras
+5
Un gran descubrimiento. Sin duda nos alojaremos allí la próxima vez que volvamos a Haro. La comida tenía una pinta espectacular. Entramos a visitar el claustro y finalmente nos quedamos a tomar un vino y disfrutar del lugar.
Queremos hacer una mención especial a Flor (la gerente), que tuvo un trato exquisito con nosotros, nos permitió degustar un vino blanco delicioso (torpe de mi por no tomar la referencia) y nos contó un poquito de la historia de este sitio.
Maialen, camarera, también estuvo muy pendiente de nosotros.
Reitero: un emblemático lugar con unos servicios muy atractivos y un personal muy atento y profesional.
Hicimos parada en Haro para conocer un par de bodegas y buscamos en internet un buen sitio donde comer, nos apetecía algo relajado, agradable, distinto.. Y dimos con el claustro de los agustinos.
Nada más entrar ya te das cuenta que es un sitio especial, el patio, su luz, el silencio.
El servicio es super agradable, comimos una ensalada riquísima, el carpaccio y dos solomillos, de postre la tarta de manzana, todo acompañado de una botella de Muga, y todo especialmente sabroso, con productos de gran calidad, realmente increíble.
No acabamos la botella y nos la pusieron para llevar, pagamos un total de 84 euros.
Muy recomendable.
La comida estaba rica. Una pena que el servicio fuera muy lento y los platos llegaran fríos o con la temperatura muy justa. Uno de los comensales usa una silla de ruedas y todo esta perfectamente adaptado para su uso.
Toda una experiencia comer aquí. Muy buena relación calidad/precio. Un ambiente diferente y un silencio y una paz abrumadora.
Rocio Espinosa Estrada
+5
Buscábamos un sitio para comer y tropezamos con este lugar tan acogedor, tranquilo y bonito donde la amabilidad y servicio de Flor nos hicieron disfrutar de una comida muy agradable.
Recomiendo sin lugar a dudas el sitio.
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