Me gusto mucho, la comida muy buena.
Las camareras muy majas y el ambiente agradable, sigue la misma carta aunque han cambiado los precios un poco. Volveré sin duda
Como siempre, una experiencia magnífica junto a la pinada. Acompañado del canto de las cigarras en agosto, podrás degustar varios platos alemanes.
No obstante, en esta ocasión prescindí de las famosas salchichas y schnitzels y me decanté por una sopa de patatas con pepinillo y una pechuga de pollo con salsa de curry y piña y con patatas salad (más pepinillo en la ecuación, nunca es suficiente)
Parada obligada antes de llegar a la playa del rebollo, ya sea para un café o un tinto de verano.
A ver... es el típico lugar de ambiente bohemio y situado en un lugar con encanto, a los pies de las dunas de Guardamar muy cerca de la playa. Para destacar lo atenta y amable que fue la camarera☺️. Había menú a 11,50€ y la comida es tipo hamburgueria con algo más de variación. Tiene una amplia terraza tanto al aire libre como con techado. Algo muy bueno es que los clientes iban acompañados de sus perritos a los cuales tienen en cuenta y ponen a su disposición al lado de una fuente bebederos para perros y que estos no pasen sed. Por poner lo que menos me gustó es el precio de la bebida... pero bueno... la comida aunque era la típica hamburguesa, los nachos estaban buenos y solo por la camarera y lo agusto que estuvimos allí mereció la pena.
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