Sendra

Delicioso espacio con amplia terraza para descansar y poder disfrutar del mediterràneo degustando productos de primera calidad y con un estupendo servicio. Probar el pulpo seco a la plancha que està espectacular o el bonito de la bahía que està delicioso. Y de plato principal un arroz a banda excepcional. Muy recomendable en todos los aspectos. Con baño muy muy límpio en todo momento

Hemos ido por la ubicación más que privilegiada de este restaurante y el pulpo. Pedimos una mesa para dos con vistas, en el salón interior y es una pasada comer junto al mar. Pedimos pulpo seco, navajas y sepionet de entrantes y arroz y marisco de principal (previa reserva antes de las 12h del mismo día). La comida excelente, todo fresco y la paella en su punto. Se pagan unos euros de más por el sitio, lo cual es normal, pero no muchos. El servicio no muy bueno, por eso no les doy las cinco estrellas. Espera larga entre el primer entrante y los siguientes. El camarero con poco pelo no es antipático, es un cachondo. Si le hablas en valenciano es más simpático que en castellano. Se toma el servicio con muchísima tranquilidad y se para a hablar con los comensales locales, mientras tú esperas. Debe ser fijo allí o familia de los propietarios.

Conocí éste restaurante hace 22 años.En aquella ocasión comimos en familia, estábamos de vacaciones. Hoy,nos hemos llevado una grata sorpresa.Sigue igual!! Los mismos dueños!! Han cumplido 50 años en septiembre,nos han dicho hoy. Negocios como éste perduran porque son fieles a su calidad y a sus clientes.Imagino que la clientela les paga con la misma fidelidad,pues tantos años al pie de los fogones... Hemos comido de lujo,bien atendidos por Susana,que nos ha aconsejado de maravilla. Mujer profesional y simpática. Así,da gusto!! El mar 🌊 detrás,alegrándonos la vista. Desde los entrantes,al postre,todo riquísimo!! Volveremos y en ésta época.Huyendo de la multitud del verano,con la luz de noviembre y su temperatura ideal.

Situado en un entorno privilegiado en Les Rotes de Denia, todo en el huele y sabe a mar. A sus pies están los magníficos pulpos extendidos secándose con el sol y la brisa mediterránea . El pulpo seco y pasado por la pra y luego laminado , regado con un buen aceite de oliva es un placer de dioses. Tiene una terraza abierta y otra cubierta donde disfrutar del sol y la brisa todo el año. Pero si optas por el interior, sus ventanales al borde del mar te comunican con el precioso mar. Un pulpo seco, una paella de géneros marisco y una tarta de zanahoria con chocolate y coco fue nuestra comida de celebración, atendidos con exquisita amabilidad por su dueña. Volveremos pronto

Buen género,los aperitivos muy buenos,el pulpo seco espectacular, los camareros amables para mi gusto el único fallo es que te sirven el arroz en un plato en vez de en una paella que es lo esperado en un sitio así,cierto es que si sois 4 la sacaran en paella pero nosotros éramos 2 y fue en plato . Los postres Buenos y bien presentados En general buen sitio