Fuimos un miércoles de camino desde Madrid a A Coruña, sin reserva.
Nos atendieron fenomenal, el chico que nos atendió (creo que el sobrino) superamable y Maruja encantadora.
El comedor es como un pequeño museo, buen ambiente y con una decoración, en general, tradicional y preciosa.
El cocido buenísimo.
Si tengo ocasión, repetiremos sin duda 😊
Permiten perros reservando con antelación. Te ponen una mesa fuera a cubierto. Cuidado que cuando hace frío hace frío de verdad.
Para dos personas es una pasada, si sois de buen comer bien, si no sobrará de todo.
El servicio fue estupendo, muy atentos.
Maruja se preocupa de que no os falte de nada.
Un cocido estupendo y un postre riquísimo.
Si volvemos al pueblo volveremos aquí.
Ha sido una experiencia gastronómica inmejorable. Comimos lo único que ofrecen, el Cocido Maragato. Comida abundante y de calidad. Primero toda la carne, que lleva lacón, tocino, ternera, una especia de pan de maíz (buenísimo), un plato de oreja de cerdo y una ensalada de tomate en su punto. Eso con magnifico vino del Bierzo de uva mencía (Encanto). Después los garbanzos con berza que se deshacían en la boca y a continuación una sopa con fideos deliciosa. Por último, natillas de postre y café de puchero regado con unas gotas de orujo. Todo eso a un precio más que razonable. Gente muy amable, tanto Maruja, que hizo de anfitriona, como sobrino Cefe, que es el encargado del restaurante
El cocido mas delicioso que he tomado, con todo tipo de carnes y un poco de tocino (no como en otros sitios que ponen un poco de carne y mucho tocino). En pocos establecimientos se puede encontrar este nivel de sabiduría culinaria y autenticidad que se mantiene a lo largo de tantos años. Muchas gracias Maruja por todas tus atenciones, felicidades por tu buena energía que te hace seguir al pie del cañón con las de 90 años!
Cocido espectacular. La carne en su punto, la sopa buenísima y los garbanzos con el repollo posiblemente de los mejores que hemos comido. Los rellenos que se sirven junto a la carne se derretían en la boca. Trato exquisito. La dueña ( Maruja) atentas a todos los comensales, hablando con ellos y en un ambiente familiar. El camarero un encanto y súper profesional. Sin duda volveremos!!! 60 euros por 3 personas. Nos ofrecieron más sopa, chupito, café y el postre, natillas. Sobro carne porque no pudimos con más.
Francisco Javier Garcia Roberto
+4
Un lugar maravilloso, acogedor, antiguo pero bien conservado. La dueña es muy amable y estupenda. Es un negocio familiar, el cocinero es su sobrino y al igual que ella es muy amable y atento. El cocido es buenísimo, delicioso. En sus paredes se encuentran adornadas con metopas de todo tipo de cuerpos del ejército y fotografías con gente de la política, la canción etc
Sitio con encanto...cocido maragato de 10.... Nos hemos sentido como en casa de la abuela... gracias Maruja por tu amabilidad y cariño.
Puedes repetir tantas veces como quieras....las natillas riquísimas acompañadas de un trozo de bizcochito.
El mejor cocido maragato que he comido, y he probado algunos más. Su propietaria, Maruja, un 10. Es una Señora encantadora, nos estuvo contando la historia del restaurante y se hizo alguna foto con nosotros. El restaurante no es muy grande así que si queréis ir reservad primero para no quedaros sin el mejor cocido, hecho a fuego lento. Además, yo soy muy forofa de los tomates y a día de hoy encontrarlos buenos y que sepan a tomate es casi misión imposible, nos sirvieron unos platos con tomate que estaban para quitar el hipo. Deliciosos y con auténtico sabor a tomate.
Experiencia total, comenzando por cada vuelco : carne que se desmenuza( y panecetes), garbanzos que son mantequilla( quizás lo que más nos gustó ) y esa sopa que tiene la esencia de todo y sin hambre has de probarla porque es una delicia. Y Maruja preocupándose por los comensales a pesar de haber pasado el testigo a su sobrino en la cocina, un chico muy majo y atento,que atendía de forma diligente a todos los que estábamos. No sé si habrán mejores cocidos, pero ese sabor y esos garbanzos dudo que sean igualados... además de haber podido charlar con Maruja,que forma parte de ese conjunto tan auténtico como el que me he encontrado aquí. Las natillas me resultaron más flojas, tampoco teníamos hambre la verdad y el café de puchero buenísimo.Vino peleón ( lei que podias llevarte el que quisieras) nos cobraron por niños medio menú, me parece un detalle.Para volver y repetir
Belen Recuero Gonzalez de Vega
+5
Para evitar ir a los lugares más turísticos, fuimos a tomar cocido a Casa Maruja. Te sentirás como en casa de tu abuela con Maruja. No hay carta, te sacan una ensalada, el cocido y un postre. Estaba todo muy rico y fue una experiencia muy divertida.
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