Café & Copas Alcaravan

Teníamos previsto visitar Arcos de la Frontera y cómo estamos haciendo últimamente buscamos por la red sitios donde comer. Y como siempre otro acierto. Entre los resultados obtenidos de la búsqueda, apareció el Bar Alcaraván donde la mayoría de los comentarios eran buenos. Pues después de mirar diferentes opciones, nos decantamos por comer en este pintoresco rincón de Arcos. Nos recibieron con una sonrisa y la atención del personal durante toda nuestra estancia ha fue muy cordial y agradable, así da gusto. Tras comentarnos los platos que tenían fuera de carta, decididos probar unas alcachofas a la plancha con jamón ibérico, un queso frito con mermelada de tomate, unos pimientos del piquillo rellenos, unas berenjenas rebozadas con queso de cabra y miel de caña, una brocheta de solomillo de cerdo con bacon y cebolla caramelizada y una hamburguesa de buey. Todo ello con unas cañas de cerveza bien tiradas y muy fresquitas, que para el calor que hacía este día en la zona, nos sentaron fenomenal. Los platos que probamos resultaron muy buenos, bien presentados y de gran calidad. Hay que felicitar a los cocineros por el trabajo bien hecho; bueno y al resto del personal también, por su puesto, nos sentimos muy cómodos durante la cómoda. El único pero, fue que a la hora de los postres, los que seleccionamos, no eran caseros, hay que decir que estaban muy buenos, pero no eran caseros. Un lugar para tener muy en cuenta a la hora de buscar sitio para comer o cenar, sin duda si algún día regreso a Arcos de la Frontera, volveré a visitar también este local.