Un pequeño bar de piscina de pueblo con una gran cocinera detrás y una carta de comidas inusual e inesperada de encontrar en lugares como este.
Los platos que se sirven son más propios de un restaurante que de un establecimiento de estas características y reflejan la experiencia, el buen hacer y la creatividad de su cocinera además de su pasión y culto por la comida tradicional y autóctona.
Muy buen lugar para desayunar y para comer, en un ambiente sano y tranquilo pero a veces vivo y agitado típico de un pueblo (personalmente es esta dualidad lo que más me encanta).
Una maravilla inesperada en el camino totalmente recomendable.
No lo conocía y he ido por un amigo que vive allí. Alba nos ha tratado de lujo. La comida de 10, todo muy diferente a otros lugares típicos. La terraza muy agradable. Hemos comido los tres por 40 pavos. Repito seguro. Parada obligatoria con la bici o la moto.
Buen desayuno, variedad de bocatas novedosos y todos muy apetecibles, lugar de parada obligatoria.
Nando Millan (2sobreruedas)
+5
buenos bocadillos, ha fallado el pan que parecia de ayer, pero como hoy es fiesta igual no habia panaderia donde comprar, el cremaet muy bueno y en un entorno de montaña
Comida diferente divertida y riquísima
respecto de los restaurantes de montaña al uso.
El servicio exquisito.
Totalmente recomendable y merece ir a Fageca, tan solo por ir a comer.
Este bar/restaurante ha cambiado de nuevo de gestión, si mal no recuerdo la chica se llama Alba, recomendable 200%, puedes encontrar cocina súper innovadora y bocadillos de toda la vida tradicionales con una calidad impresionante. Buen precio y buena atención. Repetiremos.
Lugar donde comer un buen almuerzo, tranquilo, no te hacen esperar, rápidos en el servicio.
Los bocadillos espectaculares!!
Lo encontré por casualidad... Pero lo recomiendo!!
Un buen bar-restaurante de pueblo. Ideal para tomarse algo o comer mientras se disfruta de las vistas. Es el sitio donde todos acuden para tomarse algo para: descansar de la ruta en bici o moto, descansar después de subir al “Pla de la Casa”, hacer un descanso en la visita de Fageca, descansar de hacer deporte en el polideportivo o la piscina, etc.
En definitiva, es un sitio recomendable si estás en Fageca o pasando por la zona. Además, tiene un parque al lado para que los niños jueguen (a parte de la piscina, el polideportivo...).
Hoy después de una pequeña ruta en carretera hemos llegado allí por casualidad y nos ha sorprendido este EXELENTE sitio para almorzar. A destacar la variedad de bocadillos, la simpatía de sus camareros y el ajustado precio. Volveremos porque es un establecimiento que merece la pena ser visitado.
No hemos comido nada porque llevábamos bocadillos pensando que estaría cerrado, así que nos hemos tomado unas cervezas y un pequeño picoteo de olivas y cacaos. El trato de Ximena excelente, muy amable y atención siempre con una sonrisa. Lo recomiendo por la atención, por el lugar donde se encuentra, ya que además cuenta con la piscina del pueblo, que con este calor pronto seguro que estará abierta. Ruta en bicicleta, moto, senderismo o simplemente a visitar los pueblos de la montaña, todos podéis hacer parada, comer y disfrutar la amabilidad y la relajación del entorno.
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