Restaurante Garabato

Un lugar interesante en Albacete. Fusión entre diferentes cocinas. Nosotros optamos por el menú degustación, al centro y a compartir al menos, entre dos comensales. Para nosotros, el plato estrella se lo reparten el pan bao con costilla y los tacos mexicanos. Quizá pueda parecer algo caro, pero lo cierto es que te quedas muy satisfecho con los tacos finales.

Restaurante muy bonito y con comida muy rica. Recomiendo reservar antes de ir, porque suele estar bastante concurrido. Con respecto a la comida, es un local conocido por su sushi, pero hay otros platos para quien no le guste, eso sí, el sushi está buenísimo. Relación calidad- precio es caro, no es un restaurante al que ir todas la semanas. Nosotros pedimos gyozas de pollo, croquetas de pulpo y gamba, unas pig burguer y una tabla de sushi nikkei, eso más un par de bebidas por 60€ entre 2. Por último, de todo lo que probamos recomendaría todo, excepto las pig burguer, simplemente porque aunque estén buenas no dejan de ser dos mini hamburguesas que no tienen nada de especial.

Ha sido la primera vez que he cenado en este restaurante y me ha encantado. Hemos pedido varios platos para probarlos entre todos y seguro que volveremos para probar más. Hemos empezado con unas croquetas que estaban muy buenas, con una cantidad bastante razonable de jamón. Las gyozas estaban espectaculares. Hemos seguido con un canelón de aguacate con un sabor que nos ha sorprendido gratamente, lo recomiendo. Después, el sushi que es lo que más miedo me daba porque no soy muy fan de este plato, pero sorprendentemente me ha gustado muchísimo, me he quedado con ganas más. Hemos terminado con un flamenquín de presa y jamón ibéricos que estaba muy bueno, pero no he notado el sabor del jamón. De postre, hemos pedido brownie y suspiro de mango, mi favorito ha sido el brownie cuyo chocolate estaba riquísimo al igual que el helado que le acompañaba. En general, nos ha encantado toda la comida. El servicio excepcional, el personal es muy atento y amable. Como punto negativo, cabe destacar que nos han puesto pan al principio sin pedirlo nosotros y a penas lo hemos probado, estaría bien preguntar al cliente si quiere o no.

Vine a cenar por segunda vez con mi pareja y nos volvió a encantar la tabla de sushis y sobre todo el tarta que está espectacular. El trato y la atención de Alberto ha sido impecable, muy simpático y nos supo aconsejar en todo momento. Ver en todo momento como cocinan es un punto muy a su favor. Volveré sin duda