NO hacer caso de reseñas antiguas pues han cambiado de dueños hace muy poco tiempo.
Un lugar super recomendable para comer allí por su muy buena relación calidad precio. Basta decir que las patatas fritas son caseras (NO congeladas), así que todo lo demás en el mismo sentido: riquísimo.
Y el trato recibido inmejorable: Dumi el camarero, no puede ser más atento y simpático y la cocinera, encantadora también.
Cuando volvamos a Ágreda, sin duda repetiremos en éste mismo lugar, tanto por la comida como por el servicio.
Seguir así pareja!
Juan Carlos Bartolome Carrascosa
+4
El restaurante es peculiar, como una sinagoga, tal como su nombre indica. Comida casera, sin muchos lujos. El camarero un poco perdido. Pedimos menú, todo estaba bueno y a buen precio.
Muy recomendable. Por 12€ un menú variado y con buena calidad. La atención es muy buena. Entre semana no había mucha gente y el tiempo de espera era mínimo. Merece la pena sin duda. Se encuentra en lo que ETA la antigua sinagoga de la que se conserva la cabecera en forma de ábside.
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