Con una localización maravillosa, una decoración diferente y una atención especial el lugar es estupendo. Me fui un día a Zaragoza y entre para el almuerzo y luego volví para la merienda. Muy buen precio, lo único es que las tartas podrían estar un pelín más húmedas.
Tienen una planta sótano y un espacio al abierto además del salón donde la barra.
Dídola es mi bar de referencia. Desayuno todos los días ahí y muchas veces también comemos o almorzamos. ¡Está todo buenísimo! La oferta de desayuno es muy competitiva y el café (más desde que recientemente cambiaron) está espectacular. Como cosas que estén buenas de verdad, cualquiera de las tartas, que están riquísimas, y mi bocadillo favorito el larderito que me encanta. Súper recomendable el Pollo Pepe y por supuesto los minis de tortilla que están espectaculares.
Lugar muy agradables para tomarte algo o comer. Llegamos un poco tarde y mantuvieron la cocina abierta unos minutillos más para atendernos. La verdad es que se agradece cuando un establecimiento tiene este tipo de gestos. La atención 10/10 y la comida buena. Gran variedad de tartas de postres y muy ricas.
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