Me encanta! Buena comida, buen servicio y bonito lugar. Para repetir sin duda.
Me ha encantado la comida... la atención espectacular.... todo muy recomendable
Hemos estado de cena de grupo 30 personas y el servicio ha sido inmejorable. Desde que hemos llegado la atención ha sido muy buena. Primero en la barra del bar y después durante la cena, para acabar con unas copas.
La cena consistía en un Sopa de cebolla al vino blanco con hogaza de Emmental,
PARA COMPARTIR
Espárragos trigueros frescos con lascas de foie
Arroz meloso de setas silvestres con sabayón de champagne
SEGUNDO A ELEGIR
Lomo de bacalao gratinado con ali-oli de piña y almendras tostadas
o
Entrecot con salsa de vermut y trufa
POSTRE
Surtido de postres
Realmente estaba todo delicioso
Un lugar en un sitio inmejorable. Reparafraseando...el eslogan de Ambar llegarás x la terraza volverás por la comida. El primer acercamiento al local es desde luego x estar en un sitio privilegiado a las orillas del Ebro. Es una terraza preciosa de la que disfrutar en verano. Una vez entras ves un sitio vistoso con chimenea y rincones cucos y pintorescos q le dan un punto vintage que se agradece. La carta es mas amplia de lo que se esperaría en una Terraza de verano y destaca el buen tono francés de los platos. Te presentan una gran variación de opciones, un menú para compartir una carta con platos y una carta de "momentos". Se pueden observar en las imágenes pero seguro que vuestra primera impresión tras la lectura es tan positiva como la mía. Nos decantamos x un momento en forma de patata asada y un micuit de la carta. Los precios eran muy adecuados para lo que servían y por supuesto la localización. La realidad superó mis espectativas la comida esta muy elaborada y el punto francés se nota en el sabor las raciones mucho más generosas de lo que esperaba en relación a los precios. De postre un gran crepe de chocolate con un toque de licor ( para bien o para mal no era un esperable y generalmente bien apreciado crepe de Nutella). El servicio muy agradable atento y con muchas ganas de contentar. Al parecer el restaurante está reestructurando el modelo en estos momentos ya q al parecer parte de la carta es nueva. Es un sitio muy agradable para conocer este verano llevo idea de volver a probar la raclette, la fundue de queso...y la de chocolate...aunque me temo que como siga tal y como lo he conocido hoy tendré que reservar con bastante tiempo. Posiblemente el gran descubrimiento de este verano.
Imperdible en Zaragoza!
Quedé enamorada de este Restaurante.. cenamos en la terraza, a orillas del Ebro, nos encantó!!!
Cocina francesa, la comida deliciosa con muy buena presentación, pedimos el menú degustación y fueron un 10 todos los platos, vino chardonnay Aragonés perfecto para acompañar.
La atención exquisita, solo por eso ya es un 5 estrellas!
La relación calidad precio inigualable!
Ambiente ideal y tranquilo. Servicio rápido, y eso que había una mesa con grupo de unas 20 personas.
Me parece importante aclarar que han cambiado hace poco los dueños, me llamaban la atención algunos “malos comentarios” pero no corresponden a las personas que lo llevan ahora.
Antonio, uno de sus dueños, hasta nos regaló un souvenir cuando recién estábamos en los entrantes! Espero que les vaya muy bien porque gente que trabaja así merece todo el éxito!
Es ideal para ir con niñxs ya que hay un parque muy grande y visible justo al lado.
Me parece un sitio muy agradable para tomar una cerveza en la terraza. He leído alguna crítica que lo ponen mal o muy mal. Yo no las comparto. Nos hemos comido dos tostadas, la de verduras y la de confit de pato y estaban muy buenas, respecto al servicio nada que objetar nos han servido bien,a tiempo y eso que ya se empezaban a llenar las mesas con clientes para cenar.
Muy buena relacion calidad precio. El trato amable sin hacerse pesado, ambiente relajado con una buena distancia entre mesas.
Recomendable el menú de degustación que, por 25€, incluye vino (un Burdeos bastante rico) y postre (el coulant excelente).
Dispone de una amplia terraza, para primavera y verano, junto a un parque infantil ideal para ir en familia.
Sirven comida francesa de buena calidad aunque los vinos que ofrecen no fueron de nuestro agrado. Algún que otro error de ortografía pero el ambiente es encantador. Comimos al lado de un fuego de chimenea, y todas las cristaleras con vistas al parque hicieron realmente el momento agradable.
Hicimos una importante comida familiar y reservamos un par de semanas antes. El sitio que no reservaron fue en el interior como nosotros habíamos pedido y estuvimos muy cómodos, la atención de los camareros fue muy correcta, la cocina para todos nosotros fue muy buena sobre todo el micuit y el solomillo, el menú que tomamos fue el de 25 €, terminamos la comida muy satisfechos por el servicio prestado. Yo recomiendo ese sitio para una comida familiar o en pareja.
Lugar acogedor, tranquilo y con buena comida. Un sitio para repetir
Sorprende encontrar un sitio tan francés y a un precio tan asequible. Tomamos el menú degustación de 25 euros para cenar, y nos sobro comida. La Cocina excelente, auténtica, el vino francés, y el servicio muy atento. Muy recomendable, volveremos seguro.
Buenas vistas, a la orilla del Ebro. Cuando hace buen tiempo se está muy bien en la terraza. En invierno encienden la chimenea, que queda muy a acogedor, pero da humo.
Apto para todas las horas, del desayuno a la comida y última hora de la tarde/primera de la noche.
Atención al horario que cambia por .
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