Carlos Vilches Calderón
+5
Hemos venido por un fin de semana y nos han atendido como si estuviéramos en casa. Todo buenísimo y un trato amigable y excelente.
Un lugar que es pura historia zaragozana y con un excelente servicio
Hemos ido a desayunar. Queríamos una torrada o un bocadillo pequeño. Las opciones saladas eran pocas (había torrijas, churros, pincho de tortilla o algún otro pincho ya hecho) por eso hemos comido un pincho de tortilla cada una. Estaba muy bueno y las camareras nos han atendido muy bien
Decidimos visitar este lugar para disfrutar de un desayuno ligero y estábamos ansiosas por probar una torrada o un bocadillo pequeño. Sin embargo, nos sorprendió encontrar que las opciones saladas en el menú eran algo limitadas. Las alternativas se reducían a torrijas, churros, un pincho de tortilla o algunos otros pinchos ya preparados.
Ante esta selección, optamos por probar un pincho de tortilla cada una. Quedamos gratamente sorprendidas por lo delicioso que resultó ser. La tortilla estaba perfectamente cocida y sazonada, ofreciendo un equilibrio de sabores que nos dejó satisfechas.
Además, no podemos dejar de mencionar la atención de las camareras, que fue excepcional. Nos atendieron con amabilidad y eficiencia, lo que hizo que nuestra experiencia fuera aún más agradable. En definitiva, a pesar de la limitada variedad de opciones saladas, disfrutamos de un sabroso desayuno y un servicio de primera clase.
Jose Maria Diaz-Pevida Noval
+5
Tapas perfectas en Local emblemático. Perfecto para tener una visita gastronómica y monumental en el centro de Zaragoza.
Super cool, muy tranquilo el ambiente para desayunar, rica la comida y muy amable atención
Típico lugar de Zaragoza que todo el mundo conoce y que es de visita obligada.
En uno de los días de calor infernal de Zaragoza uno de sus granizados te da la vida y te sube a las estrellas.
Los camareros son muy agradables y simpáticos. Para repetir una y otra vez sin duda alguna.
Un clásico de la capital aragonesa. Imperdible si te gusta visitar cafeterías históricas. Perfecta para una charla tranquila degustando su sabroso chocolate con churros o su rica horchata o leche merengada, entre otras ofertas suculentas.
Lugar Histórico.
En el centro.
Digno de visitar.
El interior mantiene la magia, la esencia de cafeteria antigua.
En sus paredes encontramos su historia desde su comienzo.
Dispone de terraza, en dos calles.
Servicio ofrecido correcto.
-Cortado y Croassant : 3 euros.
Estuvimos desayunando, nos impresionó el tamaño de las torrijas y sobre todo del pincho de tortilla. Todo buenísimo, el local bonito y con encanto y el dueño atento y muy agradable, nos contó detalles sobre la antigüedad del negocio, fundado por su bisabuelo, y hasta nos siguió cuando ya nos íbamos para regalarnos unas postales con fotos antiguas del establecimiento. Esperamos poder volver pronto.
Buen lugar para tomar aperitivos, raciones...
Alicia Martínez-Conde (aliziacomunica)
+5
Entrañable café por el que intento pasarme durante mis fugaces viajes a Zaragoza. Buen café, tentadora variedad de pinchos, tortilla española y de calabacín, croquetas, súper gambas a la gabardina, churros (riquísimo sabor incluso cuando quedan fríos) y cruasanes exquisitos con aroma a azahar. Ambiente de tertulia, por lo que no es extraño que algún habitual te comparta su relato. A mí me llegó de Hipólito un poco de su ayer y un crujiente churro de regalo. En España van desapareciendo estos locales con Historia de historias de verdad, no franquiciada; así que, si tenéis ocasión (o curiosidad por contrastar mis comentarios), muy RECOMENDABLE. Personal trabajando y atendiendo feliz. Hay prensa diaria. Mantienen el saludable servicio del dispensador de gel en la puerta de acceso. OjO al detallazo del cuchillo y tenedor, servidos envueltos con servilleta de papel. Disponen de terraza. Calle tranquila con arbolado.
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