Es un sitio con mucho encanto, original, la comida riquísima y ellos encantadores también, yo he repetido, tripitiré y cuatripiré y así sucesivamente. Bravo!
Puro Japón en cada plato. Pasión, dedicación y entrega Japonesas. Da gusto comer aquí. Se ha convertido desde hoy en uno de mis imprescindibles en Zaragoza y el único sitio que me ha transportado de vuelta a cuando estuve ahí. Genial.
Nos gustó mucho el lugar ya que es un local pequeño, acogedor y con muy pocas mesas.
Fuimos con reserva previa.
La camarera nos atendió muy bien explicándonos lo que no entendíamos y aconsejándonos sobre cantidades.
El pulpo nos encantó, las brochetas eran super delicadas, los yakisobas con el toque de limón estaban espectaculares y las puntas de espárrago muy buenas también. Me llevé un poco de decepción con los postres ya que eran de conserva de almíbar y pensaba que serían de fruta natural.
Pero por lo demás un 10! Un espectáculo para los sentidos. Volveremos.
Excepcional. La comida exquisitamente preparada, se nota la pasión que le ponen. La cocina está semi abierta y es interesante ver cómo la preparan.
Nunca he estado en Japón y desconozco si los sabores se parecen a los originale pero me gustó que los platos no estén llenos de arroz y me gustó todo lo que comimos.
El ambiente muy acogedor y el trato, tanto del dueño como de la empleada, fue de 10.
Lo RECOMIENDO 100%
Comida tradicional japonesa, 100% auténtico.
Espectacular producto, servicio muy cercano. El salmón exquisito, las brochetas de wayú sabrosisimas, el pulpo en tempura estaba delicado. Sin duda volveremos para probar el Ramen.
Experiencia única en Zaragoza. Se asemeja mucho a contratar a un cocinero personal que te prepara un menú de comida japonesa diferente a lo habitual. Todo espectacular, desde la cuidada decoración, hasta el magnífico trato, pasando, por supuesto, por la riquísima comida. Para repetir.
Espectacular todo! Celebramos mi cumpleaños ahí y una vez más fue simplemente espectacular! Repetimos wakisoba (abundante y muy sabrosa), brochetas de wagyu (buenísimas con sal gorda o con especias aparte), y los postres como siempre nos sorprendieron: mochis de kiwi, limón y frutos rojos, bizcocho con te macha y whisky japonés, frutos rojos y fresas en sake... Una delicia todo! Probamos pulpo en tempura (absolutamente recomendable), pollo frito con salsa mayonesa especial, y olivas en tempura con su salsa... Cenamos super bien y él fue encantador. Un velada tranquila,sin prisas ni agobios (éramos los únicos comensales!, Fue casi un servicio exclusivo). Enhorabuena a su dueño (lo gestiona prácticamente solo). El local muy pequeño, limpio y acogedor :)
Vaya descubrimiento, es que todo lo mejor es lo que mas oculto está y se conoce de boca en boca. Comida tradicional japonesa, con ganas de probar el ramón, así que volveré. El pulpo en temporada tuvimos que repetirlo. Tuvimos el local para nosotros solos. Mil gracias
Un sitio genuino que solo abre con reserva a través de teléfono o WhatsApp. Padre e hija realizan una buena comida japonesa. Hacen menús de degustación especiales una vez al mes a un precio de 30€ persona con 2 bebidas incluidas. Buena calidad. El único inconveniente quizá es el horario (22:00) y que sólo podéis pagar en efectivo.
Restaurante japonés diferente, en un lugar que no esperas. Fuimos un grupo de amigos, estábamos solos en el local. Teníamos al chef a nuestra disposición, probamos varios platos, todos buenísimos. Es lo más autentico que he probado en Zaragoza. No siempre tienes la misma carta, la cambia según los productos de los que dispone. Puede parecer un poco caro, pero sus platos tienen mucha calidad y elaboración, no defrauda.
Recomendación llamar para reservar.
Fuimos a cenar en un grupo de diez y tuvimos el pequeño restaurante para nosotros. Pasamos una velada muy agradable. La comida (ramen, salmón, tempura de pulpo, de raíz de loto y de setas) estuvo muy rica y el servicio fue muy amable. También tienen una amplia variedad de cervezas asiáticas. Personalmente el precio de la cena me pareció un pelín caro, pero he de reconocer que el bol de ramen era muy grande y, junto al resto de raciones para compartir, nadie se quedó con hambre. ¡Recomendable!
P.D.: una persona del grupo tenía alergia a la soja y la cocina se adaptó para ofrecer alternativas. ¡Gracias!
El pequeño local te transporta a Japón sin salir de Zaragoza. Recomiendo el Tataki, el pulpo en Tempura y los yakisoba.
Las fresas en salsa de mojito son un postre diferente y muy sabroso que te dejará con ganas de repetir. Es necesario reservar para poder cenar aquí.
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