Seaman

Y porque no se puede poner menos estrellas. La terraza a un 25. 30%. Dos personas sirviendo. Más de 30 minutos hasta que nos sirven las bebidas. A la hora se nos ocurre preguntar si somos los próximos y nos dicen que aún tenemos dos mesas por de la ante. En ningún momento nos informan de que van a tardar tanto rato. Resumiendo. Nos fuimos servicio penoso

Cuidado con contagiarse del Covid!! Después de ir varias veces , armándose de paciencia y dándoles una oportunidad ya no se lo merecen . Esperamos siempre más de media hora y atienden a gente que se acaba de sentar ,otros no...el dueño en vez de poner orden ,paseándose con la mascarilla mal colocada y sin atender, fumando... el chico calvo tocando todo y sin la mascarilla..un desastre . Después de ver como una chica se iba sin probar los calamares porque estaban en mal estado, el dueño se los lleva y al momento vemos que los coloca en otra mesa !!!!!! Mesas muy juntas y poca limpieza Cuidado con contagiarse...es un foco de COVID!!!

No pueden ser más inútiles. El camarero calvo es muy malo, mi hija es más rápida y educada que el. Aparte de que con 6 años se coloca bien la mascarilla no como el. El de gafas gordo que se tome un café por la mañana por que vaya ritmo lleva. En fin bar de barrio que ha sido traspasado en 5 años 6 veces y les ha venido bien el COVID por la terraza y les ha quedado grande. En fin 25 minutos esperando y me levanto desesperado, por supuesto ni han preguntado. Que queríamos tomar.

Muy larga la espera para comida en mal estado Los camareros no te hacen ni caso cuando intentas pedir.. y para colmo llevan mal puesta la mascarilla. Sobre todo el dueño ( o el señor moreno con barba )toca todo ,fuma, tose ,y luego se tocan la cara .. no desinfectan nada .. CUIDADO CON EL COVID ! Las bravas estaban secas y frías y los calamares recalentados... un desastre

Solicitamos una consumición y veíamos que gente que había venido más tarde estaban servidos. Le reclamamos la ración y nos dice que está en la barra. Aún así tardan cinco minutos más. Totalmente desbordados. Se le cae un cubierto a la camarera al suelo. Después de un rato le digo a la camarera que tiene el cuchillo en el suelo y no hace ningún caso. Cuando nos marchamos el cuchillo seguía en el suelo pisado por algún comensal con el riesgo que conllevaba. Además 12 € por una ración de calamares ( escasos ) y dos cañas me parece escribo. Para no volver.