Sajonia

Vengo a contaros la experiencia vivida en mis últimas visitas a Sajonia. Creo que necesito expresar como ha sido el hecho de ir y cenar alli Creo que no hay mejor manera de explicar como es un restaurante que hablar de las personas que se encargan de realizar las comidas... Que digo comidas, es un insulto comparar lo que en Sajonia ofrecen con vulgar comida... allí hacen orfebrería de los alimentos, masterclass de la nutrición, un auténtico clinic bocatil. Empezamos por la mano ejecutora, la cocinera. Es una señora que, imagino, fue afrentada en el pasado y le dijeron que no sería capaz de cocinar la carne más sabrosa del mundo. Ella lo tomó a lo personal. Es increíble como clava SIEMPRE el punto de la carne, jamás una patata quemada, nunca el pan por debajo del nivel del que se serviría en la mismisima mesa de la reina inglesa (Que Dios la tenga en su gloria). Pasamos a la persona que sirve la comida. No os dejeis engañar por su edad, pertrechada con su espatula y cuatro bolsas de papel es capaz de montar, simultáneamente y con la precisión del mejor relojero suizo, 10 comandas a la vez. La única lastima es que no sea mecánica de Aston Martin, con ella seguramente las pit stop de Alonso saldrian con tiempos negativos. Pasamos a los camareros. Son dos chavales, no se la edad que tienen, pero son jóvenes con lo que Joven implica. Que vitalidad, que clase, que manera de moverse con la bandeja. Verlos trabajar es una experiencia en si mismo. Tengo pocas dudas de que si les echas un balon a los pies te ascienden al Zaragoza a primera mientras te sirven, con rigurosa puntualidad, la ración de patatitas con mayonesa que habías encargado hace pocos minutos. Y por ir cerrando, el cerebro, la mente maestra. La Encargada (The Operator). Restaurante lleno hasta la bandera? No importa, puede con ello. Quien ha pedido esa hamburguesa americana? Mesa 10, la cervecita? Por supuesto, es de la mesa 5.... Y así constantemente. Es curioso que, cuando voy a pedir, sin darme cuenta me veo con mi sabroso bocadillo, mis patatitas y el ticket de compra sin estar muy seguro de haber hecho aún el pedido. Espero que visiteis este lugar de fantasía, donde los sueños se saborean y la felicidad tiene forma de bocata de pechugas con crema suave de anchoas.

Buena bocateria. Muy buena atención y muy profesionales. Amplia carta. Buen género. Recomendable sus hamburguesas, patatas con mahonesa y los postres caseros. La cocina está al otro lado de la barra, por lo que ves como confeccionan todo. Zona difícil de aparcar. No reservan mesa pero el servicio es ágil.