La Bodega De Chema

Restaurante con Carta y un Menú muy recomendable, con 3 entrantes, plato principal y postre (vino incluido). Especialidad de cabritillo al horno. Relación calidad/precio bastante correcto. Platos trabajados y buena materia prima. Servicio correcto y familiar, a la vez que profesional. Absolutamente recomendable.

Muy buen servicio. Los calzost en tempura una delicia, las setas sorprendentes y espectaculares, el postre diferente, pero rico y la estrella -el asado de cabrito- una maravilla de asado. Como única pega q para nuestro paladar la pieza no era fresca, aún así buy buena. Y de bodega muy completa. Precio por persona muy bien. Atención y asesoramiento personal de 10

Cené con un grupo de amigas. Pedimos una ensalada de tomate, que no tenía mucho sabor, unas empanadillas de Txangurro, arroz, creo que con pichón y canelones de cabrito, que estaban espectaculares. De postre sorbete de mojito y tarta de queso. El restaurante no es barato, pero se come muy bien y el lugar es muy agradable. Un buen descubrimiento y muy recomendable.

Es uno de esos lugares del pasado en medio de la ciudad que parece mentira que hayan sobrevivido a los envites de la nueva gastronomía, pero ahí está, tradicional, honesto y sin más pretensiones. Buena calidad de materia prima y su Gran especialidad el cabrito lechal asado con patatas en cazuela de barro!!!!..solo por esto merece la visita!!!...simple y sabrosa con precios razonables.

Espectacular el menú especial que proponen en está curiosa bodega decorada con aspectos y rincones más que curiosos. Todo el atendimiento estuvo a la altura de las expectativas, tanto el aperitivo, los tres entrantes propuestos en el menú, con mención especial a ese espectacular huevo en baja temperatura trufado y con foie, como el brioche que no tendría nada que envidiar a cualquier plato principal, fueron sublimes. No se puede decir nada más que cosas positivas de los dos platos principales que probamos. El solomillo estaba en su punto con buen sabor y bien acompañado de unas papas gajo y verduras, del cabrito lo único que puedo decir es que habría agradecido tener un ayudante para acabar ese plato tan exquisito como gigante. Pero lo saboreamos con gran gusto y sin duda lo repetiríamos. La finalización muy correcta en cuando al postre, especialmente recomendables el sorbete de mandarina. Perfecto lugar para una comida diferente por la capital aragonesa.