Muy buen servicio, local muy cómodo, acogedor y con un toque rústico.
La tosta de morcilla muy rica, la ensalada de canónigos muy sabrosa, el bacalao muy rico e igualmente sabroso, arroz con leche casero y bueno. Además tienen muy buen café.
El dueño muy campechano, atento y pendiente de todos los c
Calidad precio genial! El dueño, Alberto, digno de conocer y charlar con él. Buen ambiente, buen trato del personal. 100% recomendable
Me encanta esta bodega, para mi es la mejor de la zona. Cuidan cada detalle a la perfección, la comida está riquísima y el trato del personal es excelente y el dueño un encanto de persona y muy divertido. Me encanta el sitio.
Febrero 2023.
Fuimos a comer 6 personas previa reserva un sábado.
Pedimos de primero para compartir:
-Pulpo a la parrilla. No traía mucho pulpo, pero estaba muy bueno y las patatas riquísimas.
De segundo:
-Parrillada para cuatro, que para nosotros fue suficiente. Traía mucha costilla, buenísima, ch
Un espectáculo culinario. La comida no tardó en llegar y fue una delicia. Recomiendo la morcilla y los chorizos.
Lugar obligatorio si pasas por Zamora!!!
Alberto y su hijo llevan el lugar con amor y se hace notar. Sin olvidarme del vino ya que tienen una bodega envidiable.
Volveremos!!!!!!
El sitio muy bonito y acogedor. Bodega profunda y bien acondicionada. De hecho hace frío cuando llevas mucho rato alli. Las raciones muy ricas y abundantes, aunque los embutidos variados me parecieron caros. El pulpo a la brasa y el bacalao espectaculares.
Cómo siempre, muy rico.
De raciones a la brasa o platos de carne. El bacalao espectacular
Muy muy recomendable.
Entraréis en un típico restaurante bodega que os encantará
Un trato excepcional, a la par con el sabor de su comida. Nos dieron la vida además, atendiéndonos fuera de hora.
Todo increíble, y la bodega muy acogedora.
Muy recomendable.
¡Repetiremos!
Genial la fórmula Alberto+Alberto, padre e hijo consiguen hacerse con el control de la escena desde el minuto 1, cocina de elaboración tradicional con un producto muy decente, lugar más que digno.
La mejor bodega del perdigón sin duda alguna. Personal atentísimo en todo momento, reservamos el mismo día y nos pudieron hacer un hueco encantados. Una de las comensales es alérgica a los lácteos y fueron muy comprensivos con ella, preocupándose en todo momento de que estuviéramos muy compdos. Te t
¡¡Un auténtico placer!! Por dónde empezar…
Comida espectacular!
Lugar mágico!
Y el trato lo mejor sin duda!!!
Se llevan mis dieces!!!!!
Volveré☺️
Muy buen sitio para comer. Pedimos para comer un chuletón y un solomillo y estuvo todo buenisimo. Ademas los dueños fueron majísimos, se acercaron a charlar con nosotros y nos trajeron un plato de arroz caldoso para que lo probáramos, riquísimo.
Un sitio para comer 10/10.
Empiezo diciendo que volveremos, porque es un lugar muy agradable en el que se come espectacular.
Tuvimos la suerte de llegar pronto, un domingo al mediodía, nos cogía de paso de regreso al norte de Extremadura, y Alberto nos trató como si fuéramos amigos de toda la vida, aunque no nos conocíamos. N
El pulpo a la brasa buenisimo, la paletilla y el solomillo muy buenos tambien, la parrillada bien. Postres caseros no había mucho más que flan de cafe y arroz con leche que estaban buenos. Lo único que habría que cambiar es que el camarero es muy amable, pero quizás demasiado invasivo. Me refiero a
Una de las pocas bodegas que quedan abiertas en el pueblo... Una pena.
Bodega construida por el dueño a lo largo de los años.
Muy bien decorado por dentro.
Temperatura interior de 18 grados, que se agradece mucho sobre todo en verano.
La comida, casi toda de parrilla, de calidad y buenas raciones.
R
Hemos llegado por casualidad y ha sido un golpe de suerte absoluto. La atención recibida por parte de Alberto, su hijo y Jonás es inmejorable, y está a la altura de sus carnes y postres (¡muy bueno todo!). Sin duda merece la pena parar aquí y hacer caso de sus recomendaciones.
Acudí a cenar a la Bodega Pampano con mi hermano y la comida estaba exquisita, productos de gran calidad en unas brasas de leña que le daban un aroma especial. Pedimos unas parrilladas de cerdo donde no pudimos poner un solo pero. Cada cosa estaba.mejor que la anterior. El postre casero y riquísimo.
Hemos comido bien. Cantidades correctas y en el punto justo. Los postres flaquean un poco. En general todo bien y repetiría.
Una bodega que desconocía y que me ha encantado. El trato tanto de Alberto como de Jonás han sido muy agradables, la cena muy bien preparada y muy sabrosa acompañada de un tinto de la denominación de origen donde se encuentra está bodega que, como muchas otras en el pueblo del perdigón se han reconv
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