Casa Pepa

Una muy buena comida y experiencia. Es un menú cerrado, simplemente reservas mesa para un número de comensales y ellos te ponen una serie de platos, cuya cantidad varía según la cantidad de personas en la mesa. El menú se compone, como indican otros comentarios, de una ensalada completa con tomate, lechuga, atún, cebolla y espárragos, pulpo con aceite y pimentón, bacalao desalado con aceite pimentón, una cazuela de judiones con carne, otra cazuela de patatas guisadas con manos (creo de de ternera), la cual está increíble, después te ponen dos bandejas de carne, una con cordero, muy bien cocinado y con un sabor muy auténtico, y otra con chuletón a la parrilla, ( éste para mí estaba demasiado cocinado, no nos preguntaron el punto de la carne antes de traerla, aunque para quienes la prefieren aún más cocinada si ofrecen pasarla un poco más), éste fue el único punto negativo en mi opinión, aunque al resto de acompañantes de la mesa si les gustó el punto de la carne. Tras la carne nos sirvieron tres postres, un arroz con leche muy rico, el mejor de los tres postres, una crema catalana, que también estaba muy buena, y un bizcocho, estaba bastante bueno aunque no sería mi elección. Por último nos ofrecieron un café de puchero, como un sabor suave a café, no está muy fuerte, pero si me gustó mucho. Junto al café nos trajeron también dos botellitas de licor, uno de hierbas y otro de crema, estaban calientes, y aunque traen unos vasos que sacan de la nevera y están muy fríos, no se enfría lo suficiente el licor. En cuanto al trato, fueron muy atentos y amables en todo momento. Finalmente, el precio lo han subido respecto al anteriores veces que mis acompañantes habían ido, ahora el precio del menú es de 30€ por persona. Recomiendo sin dudas, y más si os gusta comer casero y en cantidad. Lo mejor es reservar con tiempo, puesto que el restaurante se llena, lo cual produce bastante ruido también.

Llegué con pocas expectativas al lugar, lo de un menú cerrado era algo que no me convencía. Si no es por que me obligan a ir no hubiera ido, pero se pusieron muy pesados. La noche empezó bien, una ensalada y un pulpo correcto. Luego pusieron patas con patatas y lengua, que no puedo opinar. Y después chuletas de cordero y ternera, que estaban correctos. Lo mejor el arroz con leche y la crema catalana. Resumen: si no te gusta la casquería no vengas. El trato muy amable.

Primera vez que vamos y trato muy bueno, comimos 5 personas y dio para repetir y hartarnos. Los postres caseros muy buenos y el chuletón si se lo pedías te lo dejan al punto que quieres, por poner una pega los entrantes que se quedaron escasos y con poco sabor el pulpo y el bacalao. Los alubiones de lo mejor de todos los platos

Reservamos mesa a primera hora de la mañana porque era lo que recomendaban los comentarios. Tenían el comedor completo pero nos ofrecieron quedarnos en la terraza. La verdad que la terraza está muy bien y agradecimos quedarnos allí. Aquí no hay carta, es un menú con precio cerrado. Nos trajeron en primer lugar una ensalada mixta y un par de platos, en uno pulpo a la gallega y el otro con bacalao. Muy rico todo. Cuando me di cuenta lo habíamos acabado casi y no había hecho foto. Después te traen dos fuentes, en una guiso de patatas con manos de cerdo y en la otra un guiso de habas con trozos de chorizo y carne. Buenísimo, puedes repetir lo que quieras aunque con lo que ponen y lo que queda, a ver quien se lo come todo. Luego vienen las carnes, un plato con cordero y ternera. La verdad, dejamos bastante porque hay que comer mucho para acabar y nosotros queríamos probar de todo. Pero estaba muy rico. Por último los postres, un recipiente de barro con crema catalana, otro con arroz con leche y unos trocitos de bizcocho mojado con relleno de crema muy fresquitos. Puff, madre mía. ¡Qué bueno todo! Como asturianos es difícil encontrar un arroz con leche en condiciones incluso en muchos sitios de Asturias. Estaba muy bueno. Pero el resto igual de bueno. Y el pan de pueblo, como debe ser. Para terminar café y chupitos. Precio por persona 25 €. Las chicas que nos atendieron muy majas. Nos desviamos un poco de nuestro recorrido pero merece la pena conocer estos sitios. Y repetir cuando haya ocasión.

Aunque ya no es lo que era hace años (o yo me he hecho mayor y ya no me sorprende tanto), sigue siendo un lugar de referencia en España en el que se come de maravilla. Eso sí, es mejor ir cuando no haya una festividad especial, porque si se llena el comedor hay demasiado ruido y suelen descuidar más las cosas (la última vez que fuimos tuvimos que pedir sal porque los habones estaban sosos del todo, por ejemplo).

La comida estaba exquisita. El menú especial es muy completo, gran cantidad de comida y de muy buena calidad. Te ponen todos los platos y cada uno se sirve lo que quiera, éramos 6 personas y nos sirvieron gran cantidad de comida. Buen sabor y muy buena atención por parte de las dueñas y las camareras, además el lugar un muy bonito y acogedor.