Bodega Arrabal Del Pozo

Un lugar tranquilo y no muy amplio que sumado a la actitud y detalle de las camareras se ha hecho muy acogedor. La comida ha sido sabrosa, y aunque a algunas personas le parezca escaso a nosotros nos pareció más que suficiente! Además, a pesar de que se llenó el local ha sido una cena tranquila : ) 5 estrellas bien ganadas. Cierto es que según entras se nota algo de humedad pero realmente es algo que con lo bien que ha estado el resto de cosas ni se toma en cuenta. Repetiremos seguro! Y recomendado a todos. (No adjunto fotos porque no me deja el tlfno)

Solo escribo para decir que aparte de la bodega que es una pasada y la comida es de los pocos sitios que hay en Zamora que dan una comida exquisita y barata...la escribo por la MUY BUENA ATENCION de las 2 chicas jóvenes que sirven...MAJISIMAS,AGRADABLES,ATENTAS....Y CON UNA SONRISA EN LA CARA QUE TE ALEGRAN EL DIA!!UN APLAUSO POR ELLAS!!VALIENTES!!A l@s cocineros también!!

Una grata sorpresa con este restaurante Fuimos sin saber nada, solo que estaba en una antigua bodega y tenían varios tipos de parrilladas Hay que saber encontrarlo, usa el gps, no podrás aparcar en la puerta pero si en alguna calle cercana El local no defrauda, muy bonito La comida execelente y el servicio y la atención correctísimo Fuimos entre semana laborable y tuvimos mesa, pero recomendable reservar ya que el local no es muy grande

Fácil uno de los mejores sitios que he ido a comer en españa. El sitio es encantador y acogedor. La Atencion es fantástica. Prácticamente te atienden exclusivamente a ti, te recomiendan y dan puntos de vistas según lo que quieras comer. Pague 25€ y no pude terminar de comer, es demasiada comida. Absurdamente rica. Uno no está preparado para tanta cantidad. Las entradas son deliciosas, la carne es un espectáculo, y el postre es la guinda del pastel, yo comi el flan de queso, y está en otro nivel. Sin duda alguna, lo recomiendo y volveré cuando venga de nuevo a Zamora. Importante mencionar que NO ES APTO PARA PERSONAS EN SILLAS DE RUEDA.

Un muy buen lugar donde ir a comer. La carne es estupenda, en su punto perfecto y con un sabor genial. Los platos van acompañados de patatas fritas caseras y una buena ensalada. De entrantes pusieron jamón con queso y unas croquetas caseras. Los postres, también caseros, estaban genial, costaba decidirse por uno en concreto. El precio es muy bueno también, lo cual te invita a repetir en otra ocasión. La decoración del lugar es sencilla y bonita, el restaurante es una bodega abierta al exterior por una chimenea. Muy recomendado!!