Menú variado de comida casera exquisita. El trato ha sido inmejorable por parte de Marisol y Violeta. Recomendamos las manitas ,el pollo de corral , el puchero y la crema de boletus. Volveremos!
Menú de 18€ de comida casera bien guisada. Este día tenían cuatro primeros para eligir: crema de boletus, crema de calabacín y zanahoria, sopa, y pochas con verdinas. Y de segundos: muslo de pavo guisado, pollo de corral con manzana, ciervo guisado a las hierbas, y carrilleras al vino. Todo estaba buenísimo. Los postres, más escasos: flan y helado.
El pueblo merece una visita (está en la red de pueblos más bonitos de España).
Y Marisol, la dueña y cocinera, es todo un personaje.
Tuvimos la suerte de cenar a solas en el jardín del hotel, con unas magníficas vistas sobre las montañas y el pueblo. Una cena mágica y muy romántica, nada planeada.
Mari-Sol nos acojó en su casa y nos sentimos privilegiados ya que el hotel, pocos minutos antes, estaba cerrado.
Una cena sencilla pero rica. Un trato amigable. Muchas gracias Mari-Sol!!
Visita a Yanguas y parada en este hotel rural y restaurante familiar regenentado por Marisol, que tiene una mano espectacular para la cocina. Violeta nos atendió muy bien. Precio ajustado a la calidad de primeros y segundos. El postre más normalito y menos casero.
Muy agradable la estancia.
Estuvimos como en casa, exquisita comida.
Marisol muy atenta en todo momento.Sin duda,volveremos.
Un hotel encantador, Marisol la propietaria, encantadora y nos preparo una comida riquísima!! Muchas gracia y volveremos
Alejandro Perez de Castro
+4
Comida totalmente casera había que esperar a que la calienten, lo único ese flan... Menú 18€, 1,5 el café y encima te ponen un chupito de pacharán. Buena atención de parte de Marisa. Recomendable
Llame a la puerta, me abrió una señora, quería un vermút, y la señora me hizo pasar a lo que parecía su casa baje unas escaleras y me encontré en un bonito comedor con una pequeña barra, la señora me sirvió un vermut llamado Castillo de Yanguas. Sitio agradable estaba guisando olía a Gloria. Luego busque el vermút en una tienda y me lleve tres botellas. Jaja. Gracias señora.
Negocio familiar atendido por madre e hija. Comida tradicional bien elaborada y trato muy amable. Te sientes como en casa.
Restaurante familiar de comida casera. Precio razonable.
Nos atendió la dueña, de forma muy amable y coloquial.
Recomendable al 100%.
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