Bar El Niño

Es un lugar espectacular, de los que faltan en cada rincón. La comida riquísima y la relación calidad-precio mejor aún. Felicitaciones al dueño, la camarera y la cocina. ¡Recomendado al cien por cien!

Sencillamente EL BAR DEL PUEBLO. Ese bar con el que todos soñamos alguna vez o vemos en las pelis . Ese bar al que si le modificas el más mínimo detalle , te lo cargas . Ese bar de tertulia que va desapareciendo del mundo y allí lo encuentras, con unos vecinos a cuál más servicial y humano. Ese bar donde no hace falta encender la tele , porque apetece charlar y estudiar cada detalle de sus paredes y recuerdos entre sorbo y sorbo de cerveza fresca como en pocos sitios te ponen. Un bar de cien años que aún conserva incrustada en una pared una parte de lo que fue una pizarra de cuando, antes de ser bar, era un colegio . Ese bar donde te comes el mejor lechón frito, unos guisos de venado, cierva, carrilladas…que te dan energía para hacer cualquier sendero maravilloso de los que tiene Venta del Charco. Unos chorizos con huevos de gallinas que te saben a gloria . Y de postre…que deo me corto que no me duela . Unas tartas caseras de vicio! Personalmente me encanta la mousse de limón. La responsable de que salgas con ganas de volver , es el motor del bar: Charo Vacas, su cocinera, no dejando atrás la excelente atención de Luis, el propietario y regente, Mamen, la camarera , siempre con una sonrisa , y luisillo, el hijo del propietario, en el que ves perfectamente los valores, la educación y crianza de un joven en un pueblo que ya quisieran tener muchos de ciudad . Y para más inri, poseen la casa rural “la Charqueña”, por lo que si quieres pasar un finde inolvidable en pleno corazón del Parque Natural de Cardeña y Montoro, ni lo dudes. Y en las fiestas del Carmen…verás lo que es saber divertirse. En calle 28 de febrero de Venta del Charco, Cardeña. Un lugar que te enamora .

Sencillamente, la MEJOR COMIDA y MEJOR SERVICIO que he probado en mi vida. Gran variedad de comida, la salsa de las patatas bravas para mojar pan, carne de calidad y bien cocinada (que no es fácil), y por último pero no menos importante… La mejor tarta de queso que he probado en mi vida, y llevo mucho tiempo probando. Isa, la camarera que nos atendió, nos hizo sentir como en casa. Nos repuso el pan todas las veces que necesitamos. Y para finalizar esta gran experiencia, el dueño nos invitó a unos chupitos en vasos congelados. En definitiva, pienso volver no solo una vez, sino todas las veces que pueda. Gracias de nuevo, ¡nos vemos pronto!

Siempre que venimos salimos satisfechos. El trato buenísimo, la comida muy buena. Un buen equipo el de cocina!!!!

Un bar muy familiar donde Luis (el dueño) es un gran anfitrión. Tiene una terraza muy acogedora, el trato recibido ha sido fabuloso, la comida exquisita, las cervecitas fresquitas fresquitas. Un lugar tranquilo y familiar donde puedes disfrutar con los cinco sentidos. Sin lugar a dudas volveremos a pronto.