Es un ambiente muy agradable. En cuanto a la comida, es sorprendente la cantidad de platos que hay en la carta, te ofrecen de todo. Además todo está buenísimo.
Destaca por su atención al cliente, sus dueños son personas muy atentas y amables, se han ganado nuestro corazón con una sola visita, sin duda habrán muchas más. Lugar 100% recomendado.
Desde pequeña voy con mi madre. Me encantan los vikingos de pollo con salsa de almendras y las papas de la casa. Todo muy rico y bien de precio, desde siempre un buen servicio y buena calidad. Lo recomiendo. Además, tienen platos vegetarianos/veganos. Los dueños son súper amables y con mucha buena vibra que te invita a volver. Gracias Pepe y Maritza por el buen trato ❤️
Lugar con toque retro estilo americano (1987) muy original y encantador. Buena comida, bebida y ambiente. Me encanta. Felicidades
Fue una agradable sorpresa encontrarme este sitio en Vecindario. Si te gusta la cerveza y un lugar tranquilo para comer algo es tu lugar.
Llevo yendo a este local desde sus inicios; hace muchos años. Valoro que siempre han mantenido la misma calidad y, por ejemplo, su sandwich de pollo (mi favorito) es el mismo sabor de toda la vida.
Tienen una carta amplia de sandwich, croissants, vikipizzas, algunos muy originales y que sólo se encuentran en este lugar. También hay tapas; muy rica por cierto la ensaladilla rusa, y platos combinados.
Y, ¿que decir de la pareja que lleva el Sweet Corner?...Fantásticos...
Todo rico 😋 hay cantidad de platos veganos y un lugar muy acogedor
Muy buen sitio para comer y pasar un rato en compañia. Excelente servicio. Recomiendo mucho.
Restaurante de tapas con encanto y personalidad propia que queda reflejado en el menú, la esmerada selección de cervezas europeas, la refinada decoración, las piezas musicales de folk, country y jazz que suenan de fondo y una peculiar colección de orgonitas y minerales terapéuticos. Recomendable para cenar.
Muy muy recomendado, fuímos mi pareja y yo por recomendación suya y el ambiente es espectacular. La mejor hamburguesa con salsa de la casa que he tenido el gusto de probar, con ingredientes de calidad y servidos en su medida óptima, unas papas fritas con la misma salsa que hace que devores sin compasión hasta la última migaja del plato. Me permitieron entrar con mi perro e incluso le pusieron un cuenco con agua. Los dueños son muy amables y familiares, la decoración del local hace que te relajes y te olvides de lo de fuera, el servicio a mesa es rápido y muy cordial, con una presentación del plato muy apetitosa. Sin duda alguna será mi local de culto en esta isla.
Un sitio muy agradable, con buena comida y el personal genial, lo recomiendo...
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